Óleo sobre tabla. 40,5 x 46,5 cm.
PROCEDENCIA:
Retablo de San Francisco de Paula del convento de los Mínimos de Valencia.
Colección particular española.
BIBLIOGRAFÍA:
Ponz, Antonio, Viage de España. Madrid: Joaquín Ibarra, 1774 [Ed. Madrid: Aguilar, 1947].
Céan Bermúdez, Juan Agustín. Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España. Madrid: viuda de Ibarra, 1800, tomo II, p. 323).
Gómez Frechina, José, “La predela perdida de Juan de Juanes”, Ars Magazine, Enero- Marzo 2020, número 45, pp. 142-143 (ilustrada).
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:
Albi, José. Joan de Joanes y su círculo artístico. Valencia. Institución Alfonso el Magnámino, 1979, tomo 1, pp. 110- 115).
Benito Doménech, Fernando y Galdón, José Luis (dirs.) Vicente Macip (h. 1475-1550), cat. Exp. Valencia: Museo Bellas Artes, 1997.
Benito Doménech Fernando (dir). Joan de Joanes. Un maestro del renacimiento, cat. Expo. Madrid: Fundación Santander Central Hispano, 2000, p. 29).
Gómez Frechina, José. Joan de Joanes. Valencia: Aneto Publicaciones, 2011, pp. 48 y 49.
La obra que presentamos hasta ahora conservada en una colección particular, había permanecido en paradero desconocido hasta el 2020, que fue dada a conocer por José Gómez Frechina en el artículo publicado en Ars Magazine, número 45, pp. 142- 143 (ilustrada). La tabla perteneció al retablo de San Francisco de Paula del convento de Mínimos de Valencia y estaba ubicada a extramuros y próximo a las torres de Quart Quart (para ver este conjunto véase: Albi, José. Joan de Joanes y su círculo artístico. Valencia. Institución Alfonso el Magnámino, 1979, tomo 1, pp. 110- 115), Benito Doménech, Fernando y Galdón, José Luis (dirs.) Vicente Macip (h. 1475-1550), cat. Exp. Valencia: Museo Bellas Artes, 1997; Benito Doménech Fernando (dir). Joan de Joanes. Un maestro del renacimiento, cat. Expo. Madrid: Fundación Santander Central Hispano, 2000, p. 29), Gómez Frechina, José. Joan de Joanes. Valencia: Aneto Publicaciones, 2011, pp. 48 y 49)).
Esta magnífica tabla pintada hacia 1535 y 1540, después de que Joanes pintara el retablo mayor de la catedral de Segorbe, representa el milagro de la resurrección de un difunto, en el que San Francisco de Paula canonizado por León X en 1519, desempeña un papel central. El santo, vestido con un sayal marrón con capucha, barba larga descalzo y rodeado de una aureola dorada, sostiene un bastón en una de sus manos y con la otra obra el milagro. Podemos vincular esta figura del Santo con el panel principal del retablo conservado en la iglesia de san Miguel y de san Sebastián de Valencia: “San Francisco de Paula”, óleo sobre tabla. 195 x 190 cm, pintada hacia 1535- 1540. Ya, Palomino, menciona este San Francisco entre las obras más portentosas de Juanes: “Bien lo acredita el San Francisco de Paula del tamaño natural, en tabla, que está en el Convento de su Orden, que es el San Sebastián de Valencia….” (Ver: Palomino y Velasco, Antonio Acisclo. El Museo Pictórico y escala óptica. Madrid: Imprenta Real, 1715-1724 [Ed. Madrid: Aguilar, 1947], p. 809) y el erudito Marco Antonio de Orellana recuerda la opinión del pintor Salvador Maella al verla: “puesta en Roma pasaría por un excelente original de Raphael” (Ver: Orellana, Marcos Antonio de, Biografía pictórica valenciana, h. 1800 [Ed. Ayuntamiento de Valencia, 1967], p. 52).
La primera referencia documental, de la tabla que presentamos, la encontramos en Antonio Ponz en 1774, cuando describe la Iglesia de San Sebastián, vulgo de San Sebastián de la ciudad de Turia: “Lo que mejor que hay en la iglesia está colocado en la capilla del Santo Fundador, y en su figura de tamaño del natural en el sitio principal del altar, apoyada en un báculo, cosa excelente y de lo mejor del insigne Joanes. Del mismo altar hay en dicho altar dos tablas chicas, y representan al santo, que resucita a un muerto, y no sé que milagro”. (Ver: Ponz, Antonio, Viage de España. Madrid: Joaquín Ibarra, 1774 [Ed. Madrid: Aguilar, 1947]). Céan Bermúdez en 1800, al hablar del San Francisco de Paula de Joanes, señala: “A los lados hay dos tablitas que representan milagros del santo, y también son de Joanes” (Ver: Céan Bermúdez, Juan Agustín. Diccionario histórico de los más ilustres profesores de las bellas artes en España. Madrid: viuda de Ibarra, 1800, tomo II, p. 323).
Obra excepcional por su complejidad compositiva, buena ejecución y dibujo correctísimo en la que Joanes desarrolla la escena del milagro en el interior de un templo por San Francisco de Paula. Un sacerdote vestido con alba, cíngulo, estola y casulla, sostiene un hisopo para rociar agua bendita sobre el difunto, que reposa en un ataúd con sudario. El difunto resucita milagrosamente, uniendo las palmas de las manos en oración ante el gesto benevolente del fundador de los mínimos, San francisco de paula, acompañado por su hermano. La figura de un personaje en semiperfil a la izquierda de la composición, con una liebre colgada de su cinturón, muestra sorpresa ante el prodigio, al igual que los demás testigos que rodean al difunto. Esta misma posición, pero en sentido inverso la podemos encontrar en la figura del santo en el otro extremo de la composición.
