JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)Ca

Óleo sobre papel pegado a cartón.
41,8 x 43,8 cms.

Procedencia:
Testamentaria de Sorolla, adjudicado a su hija, María Sorolla García.
Colección particular.

Exposiciones:
Madrid, Casón del Buen Retiro, J. Sorolla, conmemorativa del I centenario de su nacimiento, Ministerio de Educación Nacional, Dirección General de Bellas Artes, 22 abril-30 de junio, 1963 (etiqueta al dorso).
Granada, Palacio de Carlos V, Los toros en el arte, Fundación Rodríguez Acosta, Dirección General de Bellas Artes, junio-julio, 1964 (etiqueta al dorso).

Bibliografía:
B. Pantorba, La vida y la obra de Joaquín Sorolla, Madrid, 1970, Gráficas Monteverde, Madrid, nº2125.

Con certificado original de Blanca Pons Sorolla con fecha del 20 de octubre de 2016. Esta obra se publicará en el catálogo razonado del pintor con el número de inventario BPS 177.

Sorolla en 1898 ya conoce a los pintores franceses, participa en junio de 1898 en el Salón de la Sociedad de Artistas franceses de Paris. Interviene en la Exposición internacional de Viena donde recibe la Gran Medalla del Estado Austríaco con su obra Cosiendo la vela.
Sabemos que Sorolla durante este año veranea en Valencia, nuestra obra la ubicamos en Torrente, a escasos kilómetros de Valencia capital. Se trata de una escena taurina de las fiestas populares del pueblo. Aquí, nuestro pintor, ya refleja ese conocimiento y gusto por el movimiento impresionista, lo vemos en la modernidad de su pincelada y en el movimiento de cada figura independiente que forman parte de un todo. En primer término, vemos a mujeres con sus hijos huyendo a escasos metros del toro que está invistiendo a un mozo en el suelo escapando desde el otro lado de la barrera. Sentados en la barrera, dos mozos y uno de los pastores que intenta reconducir al toro con su vara hace lo posible para evitar la cogida.
Una vez más, Sorolla, con el movimiento de las figuras, sus distintas posiciones, la falta de profundidad en la composición consigue algo tan complicado como reproducir la instantánea del momento, pero además con la carga emotiva que le produce contemplar la escena al propio pintor y que lo trasmite de manera excepcional en el papel.