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1058. RAFAEL CANOGAR (Toledo, 1935)Bonifacio IX (Serie Papas), 1984

Óleo sobre lienzo.
73 x 60 cm.
Firmado y fechado áng.inf.dcho.
Firmado, fechado y titulado en el reverso.
 
PROCEDENCIA:
Galería Theo, Madrid (etiqueta en el reverso).
Colección particular.
 
EXPOSICIONES:
Paris Art Center, París y Museum Bochum Kunstsammlung, Bochum, “Rafael Canogar”, 12 marzo - 20 de abril y 5 septiembre - 11 octubre 1987.
 
BIBLIOGRAFÍA:
MARÍA LUISA BORRÀS, “Canogar, la tradición de lo nuevo”. La Vanguardia (Barcelona), 24 febrero 1985, Arte (Cit. pág. 39)
MARÍA LUISA BORRÀS, “Canogar, la tradición de lo nuevo”. En CRISPOLTI, Enrico, CIRLOT, Juan-Eduardo, AGUILERA CERNI, Vicente, GIRALT-MIRACLE, Daniel y BORRÀS, Maria Lluïsa: Rafael Canogar. Mostra retrospectiva de pintura. Alcoy, Centre Municipal de Cultura, 1986 (Cit. s/pág.) [cat. exp.]
Canogar. Catálogo General. [Barcelona], Ediciones Ibérico 2 Mil, [1992], 2 vols. (Repr. bl. y n. pág. 210; cit. pág. 247, Reg. N. 849, vol. 1)
ANTE GLIBOTA, PETER SPIELMANN y  GÉRARD XURIGUERA, Rafael Canogar. París, Paris Art Center, 1987 (Repr. bl. y n. pág. 180, nº 3) [cat. exp.]
VÍCTOR NIETO ALCAIDE, Rafael Canogar. El paso de la pintura. Donostia- San Sebastián, Nerea, S.A., 2006 (Cit. pág. 115)
VÍCTOR NIETO ALCAIDE, [Sin título]. En NIETO ALCAIDE, Víctor: Canogar 1957-1997. [Toledo], Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha [1997], Colección Arte e Imagen, nº 2 (Cit. pág. 35) [cat. exp.]
JÜRGEN SCHILLING, “Rafael Canogar - Neue Bilder”. En SCHILLING, Jürgen: Rafael Canogar. Berlín, Galerie Poll, 1985 (Cit. pág. 2) [cat. exp.]
Catálogo razonado online del artista, rep.col. Nºcat.:1984-039. http://www.rafaelcanogar.com/obras/1984/1655/
 

Starting price

6.000 €

1058. RAFAEL CANOGAR (Toledo, 1935)Bonifacio IX (Serie Papas), 1984

Óleo sobre lienzo.
73 x 60 cm.
Firmado y fechado áng.inf.dcho.
Firmado, fechado y titulado en el reverso.
 
PROCEDENCIA:
Galería Theo, Madrid (etiqueta en el reverso).
Colección particular.
 
EXPOSICIONES:
Paris Art Center, París y Museum Bochum Kunstsammlung, Bochum, “Rafael Canogar”, 12 marzo - 20 de abril y 5 septiembre - 11 octubre 1987.
 
BIBLIOGRAFÍA:
MARÍA LUISA BORRÀS, “Canogar, la tradición de lo nuevo”. La Vanguardia (Barcelona), 24 febrero 1985, Arte (Cit. pág. 39)
MARÍA LUISA BORRÀS, “Canogar, la tradición de lo nuevo”. En CRISPOLTI, Enrico, CIRLOT, Juan-Eduardo, AGUILERA CERNI, Vicente, GIRALT-MIRACLE, Daniel y BORRÀS, Maria Lluïsa: Rafael Canogar. Mostra retrospectiva de pintura. Alcoy, Centre Municipal de Cultura, 1986 (Cit. s/pág.) [cat. exp.]
Canogar. Catálogo General. [Barcelona], Ediciones Ibérico 2 Mil, [1992], 2 vols. (Repr. bl. y n. pág. 210; cit. pág. 247, Reg. N. 849, vol. 1)
ANTE GLIBOTA, PETER SPIELMANN y  GÉRARD XURIGUERA, Rafael Canogar. París, Paris Art Center, 1987 (Repr. bl. y n. pág. 180, nº 3) [cat. exp.]
VÍCTOR NIETO ALCAIDE, Rafael Canogar. El paso de la pintura. Donostia- San Sebastián, Nerea, S.A., 2006 (Cit. pág. 115)
VÍCTOR NIETO ALCAIDE, [Sin título]. En NIETO ALCAIDE, Víctor: Canogar 1957-1997. [Toledo], Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha [1997], Colección Arte e Imagen, nº 2 (Cit. pág. 35) [cat. exp.]
JÜRGEN SCHILLING, “Rafael Canogar - Neue Bilder”. En SCHILLING, Jürgen: Rafael Canogar. Berlín, Galerie Poll, 1985 (Cit. pág. 2) [cat. exp.]
Catálogo razonado online del artista, rep.col. Nºcat.:1984-039. http://www.rafaelcanogar.com/obras/1984/1655/
 

Starting price: 6.000 €

1061. SARAH GRILO (Buenos Aires, 1917 - Madrid, 2007)Learn the facts, 1965

Óleo sobre lienzo.
100 x 81 cm.
Firmado áng.inf.dcho.
Firmado, fechado y titulado en el reverso.
PROCEDENCIA:
Galería Jorge Mara, Madrid.
Colección particular.
 
Agradecemos a D.Mateo Fernández-Muro, del Estate de Sarah Grilo, su ayuda en la catalogación de esta obra.
 
Sarah Grilo nació en Buenos Aires en 1917 y estudió pintura en el taller del artista catalán Vicente Puig. Allí conoció al también artista José Antonio Fernández-Muro, con quien se casó en 1944.
 
En 1947, Sarah Grilo se trasladó con su marido y sus dos hijos a Madrid con intención de instalarse más tarde en París y en 1949 tuvo su primera exposición individual en la Galería Palma de Madrid, todavía en un estilo figurativo con rasgos cubistas.
 
En 1950 tuvieron que volver a Buenos Aires y en 1952, Grilo formó parte del “Grupo de Artistas Modernos de la Argentina”, creado por Aldo Pellegrini y en el que participaron los artistas más relevantes del arte concreto como: Enio Iommi, Tomás Maldonado, José Antonio Fernández-Muro, Lidy Prati, etc… exponiendo ese mismo año en la Galería Viau de Buenos Aires. También expuso en la II Exhibición Internacional Contemporánea de Nueva Delhi y en 1953 en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y la II Bienal de São Paulo, Brasil.
 
En 1956 Sarah Grilo participó en la XXVIII Bienal de Venecia y en 1957 se trasladó a París, donde residió unos años.
 
En 1961, animada por Thomas Messer, director del Instituto de Arte Contemporáneo de Boston, Sarah Grilo solicitó una beca a la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, que le fue concedida y en 1962 se trasladó a Nueva York con su familia.
Durante aquel tiempo expuso en la Paul Bianchini Gallery y la Byron Gallery de Nueva York, así como en la Obelisk Gallery en Washington D. C.
En Estados Unidos, Grilo abandonó su estilo abstracto concreto de los años 50 y comenzó a añadir a sus obras elementos del paisaje urbano que le rodeaba: desde los grafitis y garabatos que cubrían los muros de la ciudad, hasta los trazos de letras, números y símbolos de distintas fuentes y tipografías que se podían observar en los carteles publicitarios.
Una técnica que empezó a utilizar en esta época fue la de la transferencia al óleo. Grilo utilizó
páginas arrancadas de las revistas (en particular de la famosa revista Life), las pintaba en el reverso con óleo, luego las colocaba sobre el lienzo y con ayuda de un objeto puntiagudo (posiblemente el dorso de su pincel) repasaba las siluetas de las tipografías impresas para transferir las formas a la superficie.
 
El uso de la técnica de la transferencia, utilizada extensamente por Robert Rauschenberg y Andy Warhol (en su caso con serigrafías), acerca la obra de Grilo, no solo a la abstracción sino también al arte pop.
 
Un magnífico ejemplo de este período neoyorkino es una de las dos obras que presentamos de Sarah Grilo titulada “Learn de facts” de 1965. En esta obra vemos como, sobre un fondo de tonos ocres, se distinguen tres bloques rectangulares que recuerdan unos carteles publicitarios pegados a una pared. Sobre estos y el resto de la superficie del lienzo se superponen toda una serie de grafismos, letras y números que llenan el espacio en aparente desorden, pero con elegancia y sin romper la composición.
 
En 1970 Grilo se mudó con su familia al sur de España, donde permaneció hasta 1979, alternando después sus estancias entre París y Madrid, ciudad a la que se trasladó definitivamente en 1985.
En 1972 expuso en Madrid en la Galería Juana Mordó. De aquella importante exposición presentamos la obra “Carta abierta” de 1971. Aquí vemos la evolución de la obra de Grilo a fondos de tonos claros, ocres y grises mucho más limpios y neutros. En esta obra la superficie de lienzo está dividida en dos zonas. Por un lado, la zona inferior de fondo ocre más oscuro en el que distinguimos un espacio rectangular blanco con una serie de palabras y nombres y por otro, la zona superior con varias áreas rectangulares de distintos colores que se superponen junto con una serie de tipografías de letras y números. Encima de todo vemos una carta “abierta” o rota con una serie de escritos.
 
En 1974, Damián Bayón, buen conocedor de su trabajo, escribió que Sarah Grilo "fue siempre la representante de la extrema sensibilidad cromática. Inventora de un sistema particular de signos que la situaba a mitad de camino entre lo que entonces empezaba a llamarse «abstracción lírica» y el rigor más descarnado de sus compañeros concretos".
 
Grilo ha realizado exposiciones individuales y colectivas en numerosas galerías e instituciones de Estados Unidos, América Latina y Europa. Entre ellos se encuentran: el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; el Museo de Bellas Artes, Caracas; el Instituto de Arte Contemporáneo, Lima; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; la Fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO), Miami; el Museo de Arte de las Américas, Washington D.C.; Colección Nelson Rockefeller, Nueva York; el Museo de Arte Blanton, Austin; el Museo de Arte Stedelijk, Ámsterdam; el Museo Español de Arte Contemporáneo, Madrid; y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, entre otros. En 2017, la obra de Grilo se mostró en la innovadora exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA), Making Space: Women Artists and Postwar Abstraction. Más recientemente, su trabajo ha sido incluido en Action, Gesture, Paint | Women Artists and Global Abstraction 1940-70 en la Whitechapel Gallery de Londres y ahora se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en el MoMA, como parte de Calligraphic Abstraction, una de las galerías de la colección rotativa del museo.
 
 

Starting price

30.000 €

1061. SARAH GRILO (Buenos Aires, 1917 - Madrid, 2007)Learn the facts, 1965

Óleo sobre lienzo.
100 x 81 cm.
Firmado áng.inf.dcho.
Firmado, fechado y titulado en el reverso.
PROCEDENCIA:
Galería Jorge Mara, Madrid.
Colección particular.
 
Agradecemos a D.Mateo Fernández-Muro, del Estate de Sarah Grilo, su ayuda en la catalogación de esta obra.
 
Sarah Grilo nació en Buenos Aires en 1917 y estudió pintura en el taller del artista catalán Vicente Puig. Allí conoció al también artista José Antonio Fernández-Muro, con quien se casó en 1944.
 
En 1947, Sarah Grilo se trasladó con su marido y sus dos hijos a Madrid con intención de instalarse más tarde en París y en 1949 tuvo su primera exposición individual en la Galería Palma de Madrid, todavía en un estilo figurativo con rasgos cubistas.
 
En 1950 tuvieron que volver a Buenos Aires y en 1952, Grilo formó parte del “Grupo de Artistas Modernos de la Argentina”, creado por Aldo Pellegrini y en el que participaron los artistas más relevantes del arte concreto como: Enio Iommi, Tomás Maldonado, José Antonio Fernández-Muro, Lidy Prati, etc… exponiendo ese mismo año en la Galería Viau de Buenos Aires. También expuso en la II Exhibición Internacional Contemporánea de Nueva Delhi y en 1953 en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y la II Bienal de São Paulo, Brasil.
 
En 1956 Sarah Grilo participó en la XXVIII Bienal de Venecia y en 1957 se trasladó a París, donde residió unos años.
 
En 1961, animada por Thomas Messer, director del Instituto de Arte Contemporáneo de Boston, Sarah Grilo solicitó una beca a la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, que le fue concedida y en 1962 se trasladó a Nueva York con su familia.
Durante aquel tiempo expuso en la Paul Bianchini Gallery y la Byron Gallery de Nueva York, así como en la Obelisk Gallery en Washington D. C.
En Estados Unidos, Grilo abandonó su estilo abstracto concreto de los años 50 y comenzó a añadir a sus obras elementos del paisaje urbano que le rodeaba: desde los grafitis y garabatos que cubrían los muros de la ciudad, hasta los trazos de letras, números y símbolos de distintas fuentes y tipografías que se podían observar en los carteles publicitarios.
Una técnica que empezó a utilizar en esta época fue la de la transferencia al óleo. Grilo utilizó
páginas arrancadas de las revistas (en particular de la famosa revista Life), las pintaba en el reverso con óleo, luego las colocaba sobre el lienzo y con ayuda de un objeto puntiagudo (posiblemente el dorso de su pincel) repasaba las siluetas de las tipografías impresas para transferir las formas a la superficie.
 
El uso de la técnica de la transferencia, utilizada extensamente por Robert Rauschenberg y Andy Warhol (en su caso con serigrafías), acerca la obra de Grilo, no solo a la abstracción sino también al arte pop.
 
Un magnífico ejemplo de este período neoyorkino es una de las dos obras que presentamos de Sarah Grilo titulada “Learn de facts” de 1965. En esta obra vemos como, sobre un fondo de tonos ocres, se distinguen tres bloques rectangulares que recuerdan unos carteles publicitarios pegados a una pared. Sobre estos y el resto de la superficie del lienzo se superponen toda una serie de grafismos, letras y números que llenan el espacio en aparente desorden, pero con elegancia y sin romper la composición.
 
En 1970 Grilo se mudó con su familia al sur de España, donde permaneció hasta 1979, alternando después sus estancias entre París y Madrid, ciudad a la que se trasladó definitivamente en 1985.
En 1972 expuso en Madrid en la Galería Juana Mordó. De aquella importante exposición presentamos la obra “Carta abierta” de 1971. Aquí vemos la evolución de la obra de Grilo a fondos de tonos claros, ocres y grises mucho más limpios y neutros. En esta obra la superficie de lienzo está dividida en dos zonas. Por un lado, la zona inferior de fondo ocre más oscuro en el que distinguimos un espacio rectangular blanco con una serie de palabras y nombres y por otro, la zona superior con varias áreas rectangulares de distintos colores que se superponen junto con una serie de tipografías de letras y números. Encima de todo vemos una carta “abierta” o rota con una serie de escritos.
 
En 1974, Damián Bayón, buen conocedor de su trabajo, escribió que Sarah Grilo "fue siempre la representante de la extrema sensibilidad cromática. Inventora de un sistema particular de signos que la situaba a mitad de camino entre lo que entonces empezaba a llamarse «abstracción lírica» y el rigor más descarnado de sus compañeros concretos".
 
Grilo ha realizado exposiciones individuales y colectivas en numerosas galerías e instituciones de Estados Unidos, América Latina y Europa. Entre ellos se encuentran: el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; el Museo de Bellas Artes, Caracas; el Instituto de Arte Contemporáneo, Lima; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; la Fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO), Miami; el Museo de Arte de las Américas, Washington D.C.; Colección Nelson Rockefeller, Nueva York; el Museo de Arte Blanton, Austin; el Museo de Arte Stedelijk, Ámsterdam; el Museo Español de Arte Contemporáneo, Madrid; y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, entre otros. En 2017, la obra de Grilo se mostró en la innovadora exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA), Making Space: Women Artists and Postwar Abstraction. Más recientemente, su trabajo ha sido incluido en Action, Gesture, Paint | Women Artists and Global Abstraction 1940-70 en la Whitechapel Gallery de Londres y ahora se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en el MoMA, como parte de Calligraphic Abstraction, una de las galerías de la colección rotativa del museo.
 
 

Starting price: 30.000 €

1062. SARAH GRILO (Buenos Aires, 1917 - Madrid, 2007)Carta abierta, 1971

Óleo sobre lienzo.
100 x 81 cm.
Firmado y titulado en el reverso.
PROCEDENCIA:
Galería Juana Mordó, Madrid.
Galería Jorge Mara, Madrid.
Colección particular.
EXPOSICIONES:
Madrid, Galería Juana Mordó, 1972, nºcat: 16, rep.b/n pág.s/n.
 
Agradecemos a D.Mateo Fernández-Muro, del Estate de Sarah Grilo, su ayuda en la catalogación de esta obra.
 
Sarah Grilo nació en Buenos Aires en 1917 y estudió pintura en el taller del artista catalán Vicente Puig. Allí conoció al también artista José Antonio Fernández-Muro, con quien se casó en 1944.
 
En 1947, Sarah Grilo se trasladó con su marido y sus dos hijos a Madrid con intención de instalarse más tarde en París y en 1949 tuvo su primera exposición individual en la Galería Palma de Madrid, todavía en un estilo figurativo con rasgos cubistas.
 
En 1950 tuvieron que volver a Buenos Aires y en 1952, Grilo formó parte del “Grupo de Artistas Modernos de la Argentina”, creado por Aldo Pellegrini y en el que participaron los artistas más relevantes del arte concreto como: Enio Iommi, Tomás Maldonado, José Antonio Fernández-Muro, Lidy Prati, etc… exponiendo ese mismo año en la Galería Viau de Buenos Aires. También expuso en la II Exhibición Internacional Contemporánea de Nueva Delhi y en 1953 en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y la II Bienal de São Paulo, Brasil.
 
En 1956 Sarah Grilo participó en la XXVIII Bienal de Venecia y en 1957 se trasladó a París, donde residió unos años.
 
En 1961, animada por Thomas Messer, director del Instituto de Arte Contemporáneo de Boston, Sarah Grilo solicitó una beca a la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, que le fue concedida y en 1962 se trasladó a Nueva York con su familia.
Durante aquel tiempo expuso en la Paul Bianchini Gallery y la Byron Gallery de Nueva York, así como en la Obelisk Gallery en Washington D. C.
En Estados Unidos, Grilo abandonó su estilo abstracto concreto de los años 50 y comenzó a añadir a sus obras elementos del paisaje urbano que le rodeaba: desde los grafitis y garabatos que cubrían los muros de la ciudad, hasta los trazos de letras, números y símbolos de distintas fuentes y tipografías que se podían observar en los carteles publicitarios.
Una técnica que empezó a utilizar en esta época fue la de la transferencia al óleo. Grilo utilizó
páginas arrancadas de las revistas (en particular de la famosa revista Life), las pintaba en el reverso con óleo, luego las colocaba sobre el lienzo y con ayuda de un objeto puntiagudo (posiblemente el dorso de su pincel) repasaba las siluetas de las tipografías impresas para transferir las formas a la superficie.
 
El uso de la técnica de la transferencia, utilizada extensamente por Robert Rauschenberg y Andy Warhol (en su caso con serigrafías), acerca la obra de Grilo, no solo a la abstracción sino también al arte pop.
 
Un magnífico ejemplo de este período neoyorkino es una de las dos obras que presentamos de Sarah Grilo titulada “Learn de facts” de 1965. En esta obra vemos como, sobre un fondo de tonos ocres, se distinguen tres bloques rectangulares que recuerdan unos carteles publicitarios pegados a una pared. Sobre estos y el resto de la superficie del lienzo se superponen toda una serie de grafismos, letras y números que llenan el espacio en aparente desorden, pero con elegancia y sin romper la composición.
 
En 1970 Grilo se mudó con su familia al sur de España, donde permaneció hasta 1979, alternando después sus estancias entre París y Madrid, ciudad a la que se trasladó definitivamente en 1985.
En 1972 expuso en Madrid en la Galería Juana Mordó. De aquella importante exposición presentamos la obra “Carta abierta” de 1971. Aquí vemos la evolución de la obra de Grilo a fondos de tonos claros, ocres y grises mucho más limpios y neutros. En esta obra la superficie de lienzo está dividida en dos zonas. Por un lado, la zona inferior de fondo ocre más oscuro en el que distinguimos un espacio rectangular blanco con una serie de palabras y nombres y por otro, la zona superior con varias áreas rectangulares de distintos colores que se superponen junto con una serie de tipografías de letras y números. Encima de todo vemos una carta “abierta” o rota con una serie de escritos.
 
En 1974, Damián Bayón, buen conocedor de su trabajo, escribió que Sarah Grilo "fue siempre la representante de la extrema sensibilidad cromática. Inventora de un sistema particular de signos que la situaba a mitad de camino entre lo que entonces empezaba a llamarse «abstracción lírica» y el rigor más descarnado de sus compañeros concretos".
 
Grilo ha realizado exposiciones individuales y colectivas en numerosas galerías e instituciones de Estados Unidos, América Latina y Europa. Entre ellos se encuentran: el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; el Museo de Bellas Artes, Caracas; el Instituto de Arte Contemporáneo, Lima; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; la Fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO), Miami; el Museo de Arte de las Américas, Washington D.C.; Colección Nelson Rockefeller, Nueva York; el Museo de Arte Blanton, Austin; el Museo de Arte Stedelijk, Ámsterdam; el Museo Español de Arte Contemporáneo, Madrid; y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, entre otros. En 2017, la obra de Grilo se mostró en la innovadora exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA), Making Space: Women Artists and Postwar Abstraction. Más recientemente, su trabajo ha sido incluido en Action, Gesture, Paint | Women Artists and Global Abstraction 1940-70 en la Whitechapel Gallery de Londres y ahora se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en el MoMA, como parte de Calligraphic Abstraction, una de las galerías de la colección rotativa del museo.
 
 

Starting price

12.000 €

1062. SARAH GRILO (Buenos Aires, 1917 - Madrid, 2007)Carta abierta, 1971

Óleo sobre lienzo.
100 x 81 cm.
Firmado y titulado en el reverso.
PROCEDENCIA:
Galería Juana Mordó, Madrid.
Galería Jorge Mara, Madrid.
Colección particular.
EXPOSICIONES:
Madrid, Galería Juana Mordó, 1972, nºcat: 16, rep.b/n pág.s/n.
 
Agradecemos a D.Mateo Fernández-Muro, del Estate de Sarah Grilo, su ayuda en la catalogación de esta obra.
 
Sarah Grilo nació en Buenos Aires en 1917 y estudió pintura en el taller del artista catalán Vicente Puig. Allí conoció al también artista José Antonio Fernández-Muro, con quien se casó en 1944.
 
En 1947, Sarah Grilo se trasladó con su marido y sus dos hijos a Madrid con intención de instalarse más tarde en París y en 1949 tuvo su primera exposición individual en la Galería Palma de Madrid, todavía en un estilo figurativo con rasgos cubistas.
 
En 1950 tuvieron que volver a Buenos Aires y en 1952, Grilo formó parte del “Grupo de Artistas Modernos de la Argentina”, creado por Aldo Pellegrini y en el que participaron los artistas más relevantes del arte concreto como: Enio Iommi, Tomás Maldonado, José Antonio Fernández-Muro, Lidy Prati, etc… exponiendo ese mismo año en la Galería Viau de Buenos Aires. También expuso en la II Exhibición Internacional Contemporánea de Nueva Delhi y en 1953 en el Museo Stedelijk de Ámsterdam, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro y la II Bienal de São Paulo, Brasil.
 
En 1956 Sarah Grilo participó en la XXVIII Bienal de Venecia y en 1957 se trasladó a París, donde residió unos años.
 
En 1961, animada por Thomas Messer, director del Instituto de Arte Contemporáneo de Boston, Sarah Grilo solicitó una beca a la John Simon Guggenheim Memorial Foundation, que le fue concedida y en 1962 se trasladó a Nueva York con su familia.
Durante aquel tiempo expuso en la Paul Bianchini Gallery y la Byron Gallery de Nueva York, así como en la Obelisk Gallery en Washington D. C.
En Estados Unidos, Grilo abandonó su estilo abstracto concreto de los años 50 y comenzó a añadir a sus obras elementos del paisaje urbano que le rodeaba: desde los grafitis y garabatos que cubrían los muros de la ciudad, hasta los trazos de letras, números y símbolos de distintas fuentes y tipografías que se podían observar en los carteles publicitarios.
Una técnica que empezó a utilizar en esta época fue la de la transferencia al óleo. Grilo utilizó
páginas arrancadas de las revistas (en particular de la famosa revista Life), las pintaba en el reverso con óleo, luego las colocaba sobre el lienzo y con ayuda de un objeto puntiagudo (posiblemente el dorso de su pincel) repasaba las siluetas de las tipografías impresas para transferir las formas a la superficie.
 
El uso de la técnica de la transferencia, utilizada extensamente por Robert Rauschenberg y Andy Warhol (en su caso con serigrafías), acerca la obra de Grilo, no solo a la abstracción sino también al arte pop.
 
Un magnífico ejemplo de este período neoyorkino es una de las dos obras que presentamos de Sarah Grilo titulada “Learn de facts” de 1965. En esta obra vemos como, sobre un fondo de tonos ocres, se distinguen tres bloques rectangulares que recuerdan unos carteles publicitarios pegados a una pared. Sobre estos y el resto de la superficie del lienzo se superponen toda una serie de grafismos, letras y números que llenan el espacio en aparente desorden, pero con elegancia y sin romper la composición.
 
En 1970 Grilo se mudó con su familia al sur de España, donde permaneció hasta 1979, alternando después sus estancias entre París y Madrid, ciudad a la que se trasladó definitivamente en 1985.
En 1972 expuso en Madrid en la Galería Juana Mordó. De aquella importante exposición presentamos la obra “Carta abierta” de 1971. Aquí vemos la evolución de la obra de Grilo a fondos de tonos claros, ocres y grises mucho más limpios y neutros. En esta obra la superficie de lienzo está dividida en dos zonas. Por un lado, la zona inferior de fondo ocre más oscuro en el que distinguimos un espacio rectangular blanco con una serie de palabras y nombres y por otro, la zona superior con varias áreas rectangulares de distintos colores que se superponen junto con una serie de tipografías de letras y números. Encima de todo vemos una carta “abierta” o rota con una serie de escritos.
 
En 1974, Damián Bayón, buen conocedor de su trabajo, escribió que Sarah Grilo "fue siempre la representante de la extrema sensibilidad cromática. Inventora de un sistema particular de signos que la situaba a mitad de camino entre lo que entonces empezaba a llamarse «abstracción lírica» y el rigor más descarnado de sus compañeros concretos".
 
Grilo ha realizado exposiciones individuales y colectivas en numerosas galerías e instituciones de Estados Unidos, América Latina y Europa. Entre ellos se encuentran: el Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires; el Museo de Bellas Artes, Caracas; el Instituto de Arte Contemporáneo, Lima; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; la Fundación de Arte Cisneros Fontanals (CIFO), Miami; el Museo de Arte de las Américas, Washington D.C.; Colección Nelson Rockefeller, Nueva York; el Museo de Arte Blanton, Austin; el Museo de Arte Stedelijk, Ámsterdam; el Museo Español de Arte Contemporáneo, Madrid; y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid, entre otros. En 2017, la obra de Grilo se mostró en la innovadora exposición del Museo de Arte Moderno (MoMA), Making Space: Women Artists and Postwar Abstraction. Más recientemente, su trabajo ha sido incluido en Action, Gesture, Paint | Women Artists and Global Abstraction 1940-70 en la Whitechapel Gallery de Londres y ahora se exhibe en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y en el MoMA, como parte de Calligraphic Abstraction, una de las galerías de la colección rotativa del museo.
 
 

Starting price: 12.000 €

1063. ZAO WOU-KI (Pekín, 1920 - Nyon, Suiza, 2013)Sin título, 1984

Acuarela sobre papel.
37,5 x 56,5 cm.
Firmado y fechado áng.inf.dcho.
PROCEDENCIA:
Me Loudmer, París, 28 de abril 1997, lote nº:350.
Tajan, París, 26 de mayo 2005, lote nº:225.
Galerie Raymond Dreyfus, París.
Colección particular.
 
Esta obra se acompaña de un certificado de autenticidad firmado por el artista en 2005. 
 
Zao Wou-Ki (Pekín, 1920 - Nyon, Suiza, 2013) es reconocido internacionalmente como uno de los artistas abstractos más importantes del s.XX. Su estilo propio caracterizado por mezclar las corrientes del expresionismo abstracto con la soltura de la pintura y la caligrafía china le han llevado a estar presente en las más importante colecciones públicas y privadas del mundo: The Tate Gallery, Londres; MOMA, New York; Solomon R. Guggenheim, New York, Centre Pompidou, París; National Museum of Modern Art, Kyoto; Hong Kong Museum of Art, Hong Kong, etc…
 
Zao Wou-Ki nació en 1920 en Pekín en el seno de una familia acomodada, su padre era banquero y descendía de la familia T’chao de la dinastía Song. A los pocos meses la familia se mudó a Nantung, al norte de Shanghai y allí recibió una buena educación. Desde pequeño mostró interés por el dibujo y la pintura, algo que su familia apoyó. De hecho, su abuelo le enseñó a dibujar los caracteres del alfabeto chino, base esencial para dominar el arte de la caligrafía y determinante en su estilo.
 
A los 15 años ingresó en la Escuela de Bellas Arte de Hangzhou, donde pasó seis años aprendiendo de maestros chinos y occidentales. Tras graduarse empezó a dar clases como profesor en la escuela (trasladada en 1938 a Chongquing por la invasión japonesa) y también expuso sus obras.
 
En 1946, Vadime Elisseeff, el agregado cultural de la embajada francesa en China, con quien Zao Wou-Ki se reunió en Chongqing, lo instó a ir a París y allí expuso 20 de sus obras en la Exposición de pintores chinos contemporáneos del Museo Cernuschi.
 
En 1948, Zao Wou-Ki, con la bendición de su padre, se mudó a Paris junto con su mujer Lalan para proseguir sus estudios. La pareja se instaló en un pequeño estudio del barrio de Montparnasse, con Alberto Giacometti como vecino. Pronto hizo amistad con el grupo de artistas abstractos: Sam Francis, Joan Mitchell, Jean-Paul Riopelle, Hans Hartung, Pierre Soulages, etc…
 
En 1949, solamente un año después de llegar a París, tuvo su primera exposición individual en la Galerie Creuze y en 1951, a instancias de Henri Michaux, en la Galerie Pierre.
 
Tras conocer la obra de Paul Klee, en 1953 Zao Wou-Ki decidió abandonar su estilo figurativo por uno abstracto: “Se acabaron los bodegones y las flores, aspiro a una nueva escritura imaginaria e indescifrable”.
 
En 1957 expuso en la Galerie de France y en otoño de ese mismo año viajó a Nueva York donde conoció al marchante Samuel Kootz, con quien empezó a exponer en 1959, e hizo amistad con los artistas abstractos de la Escuela de Nueva York:  Franz Kline, Philip Guston, Adolph Gottlieb, Hans Hoffman, etc..
 
Durante los años 60 y 70 expuso su obra en Tokyo, Los Ángeles, San Francisco (una retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno en 1968), Montreal y Quebec (ambas retrospectivas). En 1972 su mujer falleció y volvió a China para pasar unos meses y estar con su familia (a la que no veía desde 1948). En 1977 se casó con su segunda mujer, Françoise Marquet.
 
La década de los 80 se considera la de mayor éxito de Zao Wou-Ki, gracias también a sus monumentales trípticos de gran formato. En 1980 tuvo su primera exposición en la Galería Pierre Matisse de Nueva York, ciudad en la que no exponía desde 1965. Más tarde, entre 1981 y 1982, expuso dos grandes trípticos en el Grand Palais de París, que luego viajaron a siete museos de Japón, Hong Kong y Singapore. En 1983 expuso en Taiwan y Pekín y en 1986 un gran tríptico (2,80 x 10 metros) en la Galerie de France, París.
 
La presente obra, firmada y fechada en 1984, es un extraordinario ejemplo del estilo y técnica de Zao Wou-Ki, resultado de varias décadas de exploración dentro de la abstracción.
Cuando Zao llegó a París en 1948, encontró una ciudad que se estaba rehaciendo después de la ocupación alemana y en la que convivían diferentes corrientes artísticas, por un lado, el arte figurativo de la Escuela de París y por otro, la nueva corriente del expresionismo abstracto (llamado en Francia “Art informel”) que vino de Estados Unidos. A diferencia de los abstractos americanos o europeos, Zao aportó sus conocimientos sobre caligrafía para dotar a sus obras de mayor soltura y movimiento. Esto es especialmente visible en acuarelas como esta, en la que Zao cubre el espacio de la composición con múltiples pinceladas de diferentes tamaños, salpicaduras en algunos casos, jugando con la densidad de los pigmentos y aprovechando las cualidades de la técnica de la acuarela, de la que era un maestro.
En esta obra, Zao representa un paisaje montañoso con una parte inferior mucho más densa y dividida en dos partes, la izquierda de tonos ocres y la derecha de tonos verdosos. La parte superior sería el cielo y los tonos son más claros y de menor densidad. Estas tres partes de la composición están bien diferenciadas, pero se integran unas con otras formando un todo.
 
En palabras de Gao Shiming, presidente de la Academia de Arte de China:
Zao fue capaz de moverse libremente entre el objeto y el fenómeno, el ser físico y la imagen, la abstracción y la representación en sus últimos años de una manera que es inalcanzable para la mayoría de los pintores modernos. En sus escasos comentarios públicos, expresó constantemente el deseo de una mayor libertad en sus obras posteriores. Esta libertad no es simplemente la libertad de pintar, sino la libertad de encontrarse a sí mismo en y a través de la propia expresión artística. Por un lado, valoraba “la falta de preparación y la espontaneidad” en la pintura para poder improvisar y entregarse con libertad y compostura. Por otro lado, atribuyó esta libertad a la naturaleza, diciendo: “No pinto paisajes; Pinto la naturaleza”. En la filosofía china, la naturaleza es el camino más esencial: la naturaleza está llena de vida y creaciones. Y la naturaleza es la creación y evolución del gran cosmos mismo, no simplemente una planta, un árbol, una montaña o un río. Desde las montañas y las rocas hasta los árboles y los bosques, todo lo que nos rodea está interconectado. La energía de la vida, o Qi (“气”), está tomando nuevas formas. Una imagen puede estar hecha de cualquier cosa, y fluye sin problemas de la montaña al río y viceversa. Horizontal, vertical y lateralmente, es expansivo, indiviso, ilimitado y sin fin ni límite”. (Gao Shiming: Two Traditions and Two Centuries-Zao Wou-Ki’s Artistic Path and Its Cultural Value, en: https://en.caa.edu.cn/news/1099.html).
 

Starting price

75.000 €

1063. ZAO WOU-KI (Pekín, 1920 - Nyon, Suiza, 2013)Sin título, 1984

Acuarela sobre papel.
37,5 x 56,5 cm.
Firmado y fechado áng.inf.dcho.
PROCEDENCIA:
Me Loudmer, París, 28 de abril 1997, lote nº:350.
Tajan, París, 26 de mayo 2005, lote nº:225.
Galerie Raymond Dreyfus, París.
Colección particular.
 
Esta obra se acompaña de un certificado de autenticidad firmado por el artista en 2005. 
 
Zao Wou-Ki (Pekín, 1920 - Nyon, Suiza, 2013) es reconocido internacionalmente como uno de los artistas abstractos más importantes del s.XX. Su estilo propio caracterizado por mezclar las corrientes del expresionismo abstracto con la soltura de la pintura y la caligrafía china le han llevado a estar presente en las más importante colecciones públicas y privadas del mundo: The Tate Gallery, Londres; MOMA, New York; Solomon R. Guggenheim, New York, Centre Pompidou, París; National Museum of Modern Art, Kyoto; Hong Kong Museum of Art, Hong Kong, etc…
 
Zao Wou-Ki nació en 1920 en Pekín en el seno de una familia acomodada, su padre era banquero y descendía de la familia T’chao de la dinastía Song. A los pocos meses la familia se mudó a Nantung, al norte de Shanghai y allí recibió una buena educación. Desde pequeño mostró interés por el dibujo y la pintura, algo que su familia apoyó. De hecho, su abuelo le enseñó a dibujar los caracteres del alfabeto chino, base esencial para dominar el arte de la caligrafía y determinante en su estilo.
 
A los 15 años ingresó en la Escuela de Bellas Arte de Hangzhou, donde pasó seis años aprendiendo de maestros chinos y occidentales. Tras graduarse empezó a dar clases como profesor en la escuela (trasladada en 1938 a Chongquing por la invasión japonesa) y también expuso sus obras.
 
En 1946, Vadime Elisseeff, el agregado cultural de la embajada francesa en China, con quien Zao Wou-Ki se reunió en Chongqing, lo instó a ir a París y allí expuso 20 de sus obras en la Exposición de pintores chinos contemporáneos del Museo Cernuschi.
 
En 1948, Zao Wou-Ki, con la bendición de su padre, se mudó a Paris junto con su mujer Lalan para proseguir sus estudios. La pareja se instaló en un pequeño estudio del barrio de Montparnasse, con Alberto Giacometti como vecino. Pronto hizo amistad con el grupo de artistas abstractos: Sam Francis, Joan Mitchell, Jean-Paul Riopelle, Hans Hartung, Pierre Soulages, etc…
 
En 1949, solamente un año después de llegar a París, tuvo su primera exposición individual en la Galerie Creuze y en 1951, a instancias de Henri Michaux, en la Galerie Pierre.
 
Tras conocer la obra de Paul Klee, en 1953 Zao Wou-Ki decidió abandonar su estilo figurativo por uno abstracto: “Se acabaron los bodegones y las flores, aspiro a una nueva escritura imaginaria e indescifrable”.
 
En 1957 expuso en la Galerie de France y en otoño de ese mismo año viajó a Nueva York donde conoció al marchante Samuel Kootz, con quien empezó a exponer en 1959, e hizo amistad con los artistas abstractos de la Escuela de Nueva York:  Franz Kline, Philip Guston, Adolph Gottlieb, Hans Hoffman, etc..
 
Durante los años 60 y 70 expuso su obra en Tokyo, Los Ángeles, San Francisco (una retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno en 1968), Montreal y Quebec (ambas retrospectivas). En 1972 su mujer falleció y volvió a China para pasar unos meses y estar con su familia (a la que no veía desde 1948). En 1977 se casó con su segunda mujer, Françoise Marquet.
 
La década de los 80 se considera la de mayor éxito de Zao Wou-Ki, gracias también a sus monumentales trípticos de gran formato. En 1980 tuvo su primera exposición en la Galería Pierre Matisse de Nueva York, ciudad en la que no exponía desde 1965. Más tarde, entre 1981 y 1982, expuso dos grandes trípticos en el Grand Palais de París, que luego viajaron a siete museos de Japón, Hong Kong y Singapore. En 1983 expuso en Taiwan y Pekín y en 1986 un gran tríptico (2,80 x 10 metros) en la Galerie de France, París.
 
La presente obra, firmada y fechada en 1984, es un extraordinario ejemplo del estilo y técnica de Zao Wou-Ki, resultado de varias décadas de exploración dentro de la abstracción.
Cuando Zao llegó a París en 1948, encontró una ciudad que se estaba rehaciendo después de la ocupación alemana y en la que convivían diferentes corrientes artísticas, por un lado, el arte figurativo de la Escuela de París y por otro, la nueva corriente del expresionismo abstracto (llamado en Francia “Art informel”) que vino de Estados Unidos. A diferencia de los abstractos americanos o europeos, Zao aportó sus conocimientos sobre caligrafía para dotar a sus obras de mayor soltura y movimiento. Esto es especialmente visible en acuarelas como esta, en la que Zao cubre el espacio de la composición con múltiples pinceladas de diferentes tamaños, salpicaduras en algunos casos, jugando con la densidad de los pigmentos y aprovechando las cualidades de la técnica de la acuarela, de la que era un maestro.
En esta obra, Zao representa un paisaje montañoso con una parte inferior mucho más densa y dividida en dos partes, la izquierda de tonos ocres y la derecha de tonos verdosos. La parte superior sería el cielo y los tonos son más claros y de menor densidad. Estas tres partes de la composición están bien diferenciadas, pero se integran unas con otras formando un todo.
 
En palabras de Gao Shiming, presidente de la Academia de Arte de China:
Zao fue capaz de moverse libremente entre el objeto y el fenómeno, el ser físico y la imagen, la abstracción y la representación en sus últimos años de una manera que es inalcanzable para la mayoría de los pintores modernos. En sus escasos comentarios públicos, expresó constantemente el deseo de una mayor libertad en sus obras posteriores. Esta libertad no es simplemente la libertad de pintar, sino la libertad de encontrarse a sí mismo en y a través de la propia expresión artística. Por un lado, valoraba “la falta de preparación y la espontaneidad” en la pintura para poder improvisar y entregarse con libertad y compostura. Por otro lado, atribuyó esta libertad a la naturaleza, diciendo: “No pinto paisajes; Pinto la naturaleza”. En la filosofía china, la naturaleza es el camino más esencial: la naturaleza está llena de vida y creaciones. Y la naturaleza es la creación y evolución del gran cosmos mismo, no simplemente una planta, un árbol, una montaña o un río. Desde las montañas y las rocas hasta los árboles y los bosques, todo lo que nos rodea está interconectado. La energía de la vida, o Qi (“气”), está tomando nuevas formas. Una imagen puede estar hecha de cualquier cosa, y fluye sin problemas de la montaña al río y viceversa. Horizontal, vertical y lateralmente, es expansivo, indiviso, ilimitado y sin fin ni límite”. (Gao Shiming: Two Traditions and Two Centuries-Zao Wou-Ki’s Artistic Path and Its Cultural Value, en: https://en.caa.edu.cn/news/1099.html).
 

Starting price: 75.000 €

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