JOAQUÍN DOMÍNGUEZ BÉCQUER (Sevilla, 1811-1879)
Estudios para el Espada Juan Lucas

Lápiz, plumilla y aguada sobre papel.  473 x 290 mm.  Firmado y fechado en Sevilla año 1847.
 
Juan Lucas Blanco (1822-1867), torero sevillano.
 
Boceto para el cuadro conservado en el museo taurino de Lima (O/L. 36,5 x 25 cms.) ilustrado en BERCKEMEYER Y PAZOS, F: “El Arte y los toros, catálogo del museo taurino de Lima” año 1966, lám. E67.
 
Joaquín Domínguez Bécquer (1811-1879) fue una de las figuras principales del costumbrismo sevillano de mediados del S. XIX.  Junto a Esquivel (1806-1857) y Gutiérrez de la Vega (1791-1865) compone el grupo de pintores más destacados de esta corriente del romanticismo en la capital hispalense. 
 
Formado en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla de la que llegó a ser catedrático y también director.  Desde 1847 miembro de la Academia sevillana.  Su carrera está muy ligada al duque de Montpensier, Antonio de Orleans y Borbón-Dos Sicilias (1824-1890) -personalidad preeminente en la sociedad sevillana de mediados de la centuria y gran protector de las artes- siendo maestro de dibujo de sus hijos en el palacio de San Telmo.  En 1845 dirigió los trabajos de restauración del Alcázar de Sevilla por cuyo mérito fue nombrado pintor honorario de Cámara. 
 
Quizás su cualidad más destacable sea la de dibujante, suelto y seguro, poniéndose de manifiesto en la multitud de personajes que incluye en sus lienzos, en los que domina hábilmente la expresión de sus gestos y actitudes.  Precisamente, estos dibujos son ideas para trabajos que realizó con posterioridad, bien de forma completa, tal es el caso de El Picador Trigo o de El espada Juan Lucas conservados en el museo taurino de Lima; o formando parte de composiciones más complejas como en La Cuadrilla, que pudo haber servido de modelo para la representada en la corrida de toros en La Maestranza de Sevilla del museo de San Telmo, en San Sebastián.
 
Procedentes de la colección del insigne bibliófilo y coleccionista sevillano, el segundo duque de T’Serclaes de Tilly, Juan Pérez de Guzmán y Boza (1852-1934), la aparición de este conjunto inédito de dibujos firmados y fechados en Sevilla en 1847 constituye una importante aportación para la comprensión del proceso de creación del artista.