NO VENDIDO
Descripción del lote
MAESTRO ALEJO (Hacia 1490-1530)
Oración en el huerto
Palencia, 1515-1525
Óleo sobre tabla. 96,5 x 64 cm. (ligeramente alabeada).
PROCEDENCIA:
Colección particular, Francia.
La tabla muestra la Oración en el Huerto, que en el relato evangélico (Mt 26, 36-46; Mc 14, 32-42; Lc 22, 39-46) ocurre inmediatamente después de la Santa Cena y antes del Arresto o Beso de Judas. En el centro de la composición, vemos a Jesús arrodillado, rodeado de rocas y árboles que reproducen de manera libre los olivos del huerto de Getsemaní. Viste una túnica y un manto oscuros, de tonos marrones y grisáceos, dejando ver uno de sus pies desnudos. El manto tiene un ribete dorado sencillo, realizado en oro aplicado al mordiente, la misma técnica que el artista usó para el nimbo flordelisado de Cristo. Jesús dirige su mirada hacia la parte superior, donde un ángel se le aparece entre nubes festoneadas portando el cáliz y la cruz, alusiones a la pasión que está por venir. La presencia del ángel sigue el texto de Lucas (Lc 22,43), donde se menciona que Cristo, orando de rodillas, recibe la visita de un ángel que lo fortalece.
En primer plano, tres apóstoles, dos de ellos son fácilmente identificables: Pedro, que sostiene una espada con su mano izquierda, y San Juan Evangelista, que reposa plácidamente en el regazo de su compañero, cubierto parcialmente por su manto. El tercer apóstol, Santiago el Mayor, aparece de espaldas y sin atributos visibles, pero sabemos su identidad gracias a los textos evangélicos. Su posición es similar a la del mismo santo en la Oración en el Huerto del retablo de la iglesia de San Lázaro de Palencia, obra de Juan de Flandes (Museo Nacional del Prado), y en la misma escena de San Pedro de Montealegre (Valladolid), obra del Maestro Benito. Los tres apóstoles lucen delicados nimbos dorados, realizados con la misma técnica que el de Cristo. Santiago y Pedro visten túnicas azuladas y mantos rojos con ribete dorado, mientras que Juan lleva una túnica verde oscura. El pintor prestó especial atención a la representación de la vegetación y las pequeñas rocas distribuidas por el suelo.
Al fondo, una gran valla de mimbres entrelazados cierra el huerto de Getsemaní. Bajo un tejadillo, una pequeña puerta se abre para dar paso a una multitud de soldados equipados con lanzas y picas, encabezados por Judas, el apóstol traidor, destacado por su vestimenta amarilla intensa. Más al fondo, se observan un paisaje y las murallas de Jerusalén teñidos de azul, connotaciones crepusculares que armonizan con las nubes verdosas del cielo.
Todos los personajes, incluido Cristo, presentan rostros característicos con facciones ásperas y marcadas, mejillas sonrosadas y ojos globulares. Las manos reflejan el trabajo del maestro hábil y detallista, que también se recrea en la vegetación y el entorno natural, como el musgo en la roca de la parte superior izquierda. Los brillos y matices en las hojas de los árboles, especialmente el que aparece a la izquierda de Jesús, también destacan. La composición tiene un esquema piramidal, con la aparición angélica en la cúspide.
Alberto Velasco atribuye esta tabla al pintor Maestro Alejo, basándose en las características estilísticas: expresividad en los rostros, ojos abultados y globulares, narices grandes y rectilíneas, labios carnosos y rojos, mejillas redondeadas y sonrosadas, frentes amplias, gestos notables, manos delicadas e indumentarias de tonos vivos con pliegues quebrados. El Maestro Alejo es conocido por una tabla firmada con la representación del Profeta Moisés, conservada en la colección Josep Gudiol, que ayudó a establecer su identidad y catálogo. Sus obras, anteriormente atribuidas al Maestro de Sirga, incluyen retablos en la iglesia de Santa María la Blanca de Villalcázar de Sirga (Palencia) dedicados a la Virgen y a San Antonio de Padua. La Oración en el Huerto en el retablo de la Virgen es similar a la obra presentada, con detalles iconográficos como Judas sosteniendo la bolsa de las monedas y vistiendo de amarillo.
Otra Oración en el Huerto con similitudes es la del retablo de San Miguel de Melgar de Arriba (Valladolid), donde Cristo y los apóstoles reciben un tratamiento similar, y los elementos rocosos y vegetales se representan de manera análoga. El pintor sigue el grabado de Martin Schongauer sobre el mismo tema, aunque con modificaciones, posiblemente conocidas a través de intermediarios. Este grabado influenció a los pintores castellanos de finales del siglo XV e inicios del XVI, como Fernando Gallego y su taller.
Desconocemos el retablo al que perteneció esta tabla, pero pudo formar parte de un retablo pintado alrededor de 1520, junto con La Dormición en una colección particular, La Presentación de la Virgen en el Templo en el Museo de Bellas Artes de Valencia, y Jesús ante los Doctores de la Ley en una colección particular de Valencia, todas de 98 x 80 cm; que no difiere en exceso con la tabla que presentamos y con un estilo similar.
La autoría ha sido confirmada por el Alberto Velasco González, Doctor en Historia del Arte, Universitat de LLeida, quien ha realizado el estudio de la tabla que presentamos.
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