ZACARÍAS GONZÁLEZ VELÁZQUEZ (1763-1834)Retrato de Dña. Manuela González Velázquez y Díaz Jiménez, sentada junto a una mesa, sosteniendo una miniatura en su mano derecha.h. 1833.

Óleo sobre lienzo. 87 x 67,5 cms. Inscrito en el bastidor. Etiquetas al dorso: “Nº 27- Depósitos, Dña. Soledad Nogueira Velázquez” (con sello del Museo Romántico). “Fundaciones Vega- Inclán, Inventario 1959, 704”. En su tela original, sin reentelar. Se acompaña cartilla de música de la retratada. Procedencia: Familia del artista. Bibliografía: - Bertha Nuñez: “La identidad de un personaje: Manuela Gonzalez Velázquez, pintada por su tio Zacarias” en Goya núm. 240, Madrid 1994, pp. 355 - 359. - Bertha Núñez: “Zacarias Gonzalez Velázquez (1763 - 1834)” Madrid 2000, p. 227, P- 176 lám 61. Exposiciones: - Museo Romántico, Madrid, entre 1960 y 1972. (El cuadro fué depositado temporalmente en el Museo Romántico por Doña Soledad Nogueira, descendiente del artista). - Centro Cultural Conde Duque, Madrid, Mayo - Junio 2009: “Isidro Velázquez, arquitecto del Madrid Fernandino” Manuela González Velázquez, sobrina del pintor, era hija del arquitecto Isidro González Velázquez y de Doña Maria Teresa Díaz Jiménez.. Fue pintada por Zacarías González Velázquez al menos en tres ocasiones. La primera de ellas, de unos 12 años, tocando el piano, se conserva en el Museo Lazaro Galdiano. De su gran afición a la música deja constancia, además de este retrato, la “Cartilla de música para el uso de doña Manolita Velázquez” que se vende conjuntamente con la pintura aquí presentada. El segundo retrato, que representaba a doña Manolita con un perrito dogo en los brazos, se encuentra actualmente en paradero desconocido. El tercero de los retratos, pintado hacia 1833, es el aquí presentado. Se trata de uno de los mejores retratos del pintor, que, con la máxima sobriedad de elementos, muestra toda la maestría de su madurez.. Sobre un fondo neutro destaca la figura de su sobrina vestida de negro y luciendo discretas joyas: un cordón de oro en el cabello y unos sencillos pendientes y sortija de brillantes. Su mano derecha sostiene el retrato de un niño, seguramente su hijo Joaquín, cuyo estuche destaca sobre la mesa vestida de rojo en la que apoya su brazo izquierdo. Probablemente la miniatura fué realizada por Gabino Velázquez, miembro de la familia dedicado a este arte. La expresión relajada de doña Manolita y la intimidad que desprende la atmósfera de el retrato da idea de la relación entre modelo y artista convirtiendo esta obra en uno de los retratos mas atractivos de su mano.