FRANCISCO LLÁCER (1781-1857)Padre eterno con dos ángeles.

Óleo sobre lienzo adherido a tabla. 13,2 x 27 cm. En la decoración pictórica de la iglesia de El Salvador de Valencia intervinieron varios maestros: las bóvedas de la nave principal de la iglesia fueron pintadas al fresco por Vicente Castelló y Amat, la decoración de la Capilla del Santísimo por Vicente López, y el fresco de la bóveda del presbiterio, inserto en un gran recuadro, que representa al Padre Eterno entre las nubes, por Francisco Llácer hacia 1829. Al decir de Ester Alba Pagán, “se trata de una obra de gran calidad, en la que una vez más se demuestra la maestría del pintor, quien además tuvo en cuenta el efecto escenográfico de la obra. En la clave del arco de la bóveda situada encima del altar, está realizada de tal manera que la figura del Padre eterno, flanqueado por ángeles, dirige su mirada hacia la imagen escultórica del Cristo de El Salvador, de talla gótica, que se encuentra en el nicho del altar. (...) es una de sus composiciones más deudoras del estilo de Vicente López, al que sigue, en esta ocasión fielmente” (La pintura y los pintores valencianos durante la Guerra de Independencia y el reinado de Fernando VII (1808-1833), Universidad de Valencia, 2004, pág. 1238 y 1238; fig. 22, pág. 1275). Con evidentes diferencias, el pequeño lienzo inédito que presentamos podría ser el boceto para el fresco definitivo.