JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)
La llegada de la pesca, Valencia

Óleo sobre tabla
13,5 x 25,5 cm.
Firmado y dedicado áng. inf. izdo: A mi amigo Federico Sousa / J Sorolla
 
Agradecemos a Blanca Pons-Sorolla su inestimable ayuda en la catalogación de esta obra con número de inventario BPS 805 que será incluida en el II tomo del catálogo del artista que recoge las obras entre 1895 y 1903.

 
PROCEDENCIA:
Federico Sousa, regalo de Sorolla
Colección particular, Valencia
 
EXPOSICIONES:
Valencia, Museo de Bellas Artes de Valencia, Miami, México,D.F. Ponce (Puerto Rico). Sorolla en las colecciones valencianas, cat. n.º 42. 1997 (itinerante)
Pintado h. 1898. Estudio para la obra final, Llegada de una barca de pesca a la playa de Valencia, 1898, nº XX, hoy en el Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires, con nº de inventario BPS 856. Dedicado a su amigo Federico Sousa que era el marido de Dolores Jiménez Aranda, hermana del pintor José Jiménez Aranda, gran amigo de Sorolla con el que tenía una estrecha relación. Sorolla en 1898 ya conoce a los pintores franceses, participa en junio de este año en el Salón de la Sociedad de Artistas franceses de Paris. Interviene en la Exposición internacional de Viena donde recibe la Gran Medalla del Estado Austríaco con su obra Cosiendo la vela.  
Esta obra, importante por el tema y por su dedicatoria sería muy apreciada por Sorolla. Nuestro pintor más internacional del cambio de siglo trabaja en pequeños estudios, notas de color que le permiten resolver todos los problemas de color, composición y luz que se le plantean en obras más ambiciosas. Este apunte realizado en tabla es un ejemplo de su preocupación por la búsqueda de la luz y del color que el tema requiere. Nuestro tema, ya lo abordaría en 1894 con su obra, La Vuelta de la pesca, hoy en el Museo d’Orsay, de grandes dimensiones. Este sería el primero de un conjunto de obras con el mismo asunto, en el que destacamos, Sol de tarde de 1903.
Sorolla distribuye la escena en nuestro estudio de una manera muy dinámica, los bueyes, guiado por un boyero, que lo vemos sentado en uno de ellos, tiran de la barca a pasos lentos, pero llenos de energía, el grupo de mujeres todas juntas esperando a los marineros, la vela movida por el viento.
Un conjunto de elementos que, mediante pinceladas rápidas, toques variados de color,  representa  una escena cotidiana de trabajo donde apreciamos la unión de la fuerza de la naturaleza, los animales, el mar y el viento bajo la luz de la tarde de Valencia.