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VENDIDO
797. ATRIBUIDO A LUIS JUÁREZ (ca. 1585- 1639)Anunciación

Óleo sobre lienzo.
49,5 x 48,5 cm.
 
PROCEDENCIA
Colección de Joaquín Arguinzoniz (1845-1911), adquirida probablemente de San Luis de Potosí, ciudad donde la familia había hecho fortuna. Por herencia en propiedad de la misma familia hasta su venta en 2016. Esta obra, junto con otras conservadas actualmente en el LACMA fueron enviadas por esta familia desde México a España (Ver: Ilona Katzew: Painted in Mexico, 1700-1790: Pinxit Mexici, 2017, pp. 98-107)
 
La obra que presentamos pintada hacia 1625 se puede comparar desde el punto de vista compositivo con un óleo sobre cobre de Baltasar Echave Ibía conservado en la Basílica de Guadalupe coincidente en tamaño, y cuya composición probablemente está tomada de un grabado flamenco.
 
Son pocas las obras conservadas del primer tercio del siglo XVII incluidas en el mercado y es sin duda una obra buena calidad y claramente representativa de este periodo. En una atmósfera íntima con una pincelada tersa, limpia y precisa se disponte la figura de la Virgen y el arcángel con Dios Padre cerrando la composición. Al fondo de abre una ventana llevando la mirada del espectador a un paisaje finamente ejecutado. Destacamos el jarrón de flores, elemento del que prescinde el pintor Baltasar Echave en su composición de la Basílica de Guadalupe. Por último, es sin duda excelente, la figura del San Gabriel arcángel cuyas estolas sobrevuelan a su espalda recurso utilizado por pintores como Cristóbal Villalpando y Juan Correa, que cumple esa fijación de seres rubios, desmelenados y andróginos que tanto dominaron en la pintura colonial mexicana cuyo recurso fue introducido por el flamenco Martín de Vos.

Precio salida

25.000 €

VENDIDO POR

85.000 €
VENDIDO
797. ATRIBUIDO A LUIS JUÁREZ (ca. 1585- 1639)Anunciación

Óleo sobre lienzo.
49,5 x 48,5 cm.
 
PROCEDENCIA
Colección de Joaquín Arguinzoniz (1845-1911), adquirida probablemente de San Luis de Potosí, ciudad donde la familia había hecho fortuna. Por herencia en propiedad de la misma familia hasta su venta en 2016. Esta obra, junto con otras conservadas actualmente en el LACMA fueron enviadas por esta familia desde México a España (Ver: Ilona Katzew: Painted in Mexico, 1700-1790: Pinxit Mexici, 2017, pp. 98-107)
 
La obra que presentamos pintada hacia 1625 se puede comparar desde el punto de vista compositivo con un óleo sobre cobre de Baltasar Echave Ibía conservado en la Basílica de Guadalupe coincidente en tamaño, y cuya composición probablemente está tomada de un grabado flamenco.
 
Son pocas las obras conservadas del primer tercio del siglo XVII incluidas en el mercado y es sin duda una obra buena calidad y claramente representativa de este periodo. En una atmósfera íntima con una pincelada tersa, limpia y precisa se disponte la figura de la Virgen y el arcángel con Dios Padre cerrando la composición. Al fondo de abre una ventana llevando la mirada del espectador a un paisaje finamente ejecutado. Destacamos el jarrón de flores, elemento del que prescinde el pintor Baltasar Echave en su composición de la Basílica de Guadalupe. Por último, es sin duda excelente, la figura del San Gabriel arcángel cuyas estolas sobrevuelan a su espalda recurso utilizado por pintores como Cristóbal Villalpando y Juan Correa, que cumple esa fijación de seres rubios, desmelenados y andróginos que tanto dominaron en la pintura colonial mexicana cuyo recurso fue introducido por el flamenco Martín de Vos.

Precio salida: 25.000 €

VENDIDO POR: 85.000 €

VENDIDO
798. JUAN CORREA (México, 1646 - 1716)Virgen del Pópulo y arcángeles

Óleo sobre lienzo.
131 x 102 cm.
Firmado: "Juan Correa f; Mxco".
 
Nuestra escena, firmada en México, con La Virgen María de pie, de tres cuartos y mirando al espectador, sostiene en su brazo izquierdo y abraza al Niño Jesús que descansa y mira a su madre, levantando, ligeramente, su brazo derecho en un gesto de bendición y en su mano izquierda un libro. La Virgen del Populo según la tradición fue pintada por San Lucas y conservada en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Las primeras copias de la Virgen del Populo llegaron a México en 1572, de la mano de Francisco de Borja. Una de esas copias romanas, años después, sería utilizada por nuestro pintor incluyéndola en una pintura de su propia mano en la representó a san Lucas pintando a la Virgen.  La composición de ejecución sencilla se completa en su parte inferior con los siete arcángeles ortodoxos, cada uno ataviado con su indumentaria y atributos característicos.  Con sus nombres respectivos y situados en unas hornacinas, de izquierda a derecha: Sealtiel, Jehudiel, Rafael, Miguel en el centro, Gabriel, Barachiel y Uriel. Los ángeles son uno de los temas más representados por los pintores novohispanos, dado el tono eminentemente decorativo y alegórico de la pintura religiosa de esa época. No solo los vemos como figuras secundarias, como ocurre en nuestra composición, sino que ellos mismos recibieron culto especial. Juan Correa dejó un considerable número de pinturas con tema angélico. Dentro de la escena nos llama la atención dos elementos que flanquean a la Virgen y al Niño Jesús, dos elementos pertenecientes y fundamentales en la religión judaica, la Menorá y el Arca de la Alianza. El candelabro de los siete brazos en cada uno de los cuales arde una luminaria y el Arca de la Alianza con dos querubines enfrentados con sus alas extendidas en señal de protección. Estos símbolos situados en la parte principal de la composición nos llevan a pensar sobre su procedencia y, claramente, podemos deducir que esta obra fue un encargo de un judío afincado en México.  Juan de Correa fue uno de los pintores más importantes mejicanos de su tiempo, maestro de José Ibarra. Dos de sus obras decoran, junto con los de Cristóbal de Villalpando, la sacristía de la Catedral de la Ciudad de México, y representan la Asunción de la Virgen y la Entrada de Jesús a Jerusalén.  Trabajó intensamente de 1671 a 1716 y alcanzó gran prestigio y fama por la calidad de su dibujo y la dimensión de algunas de sus obras. Se conserva obra en Museo Franz Mayer, en la Pinacoteca Virreinal “La conversión de Santa María Magdalena” y “Santa Catarina” y “Adán y Eva arrojados del paraíso” este último en el Museo del Virreinato de Tepoztlán.
 

Precio salida

80.000 €

VENDIDO POR

130.000 €
VENDIDO
798. JUAN CORREA (México, 1646 - 1716)Virgen del Pópulo y arcángeles

Óleo sobre lienzo.
131 x 102 cm.
Firmado: "Juan Correa f; Mxco".
 
Nuestra escena, firmada en México, con La Virgen María de pie, de tres cuartos y mirando al espectador, sostiene en su brazo izquierdo y abraza al Niño Jesús que descansa y mira a su madre, levantando, ligeramente, su brazo derecho en un gesto de bendición y en su mano izquierda un libro. La Virgen del Populo según la tradición fue pintada por San Lucas y conservada en la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Las primeras copias de la Virgen del Populo llegaron a México en 1572, de la mano de Francisco de Borja. Una de esas copias romanas, años después, sería utilizada por nuestro pintor incluyéndola en una pintura de su propia mano en la representó a san Lucas pintando a la Virgen.  La composición de ejecución sencilla se completa en su parte inferior con los siete arcángeles ortodoxos, cada uno ataviado con su indumentaria y atributos característicos.  Con sus nombres respectivos y situados en unas hornacinas, de izquierda a derecha: Sealtiel, Jehudiel, Rafael, Miguel en el centro, Gabriel, Barachiel y Uriel. Los ángeles son uno de los temas más representados por los pintores novohispanos, dado el tono eminentemente decorativo y alegórico de la pintura religiosa de esa época. No solo los vemos como figuras secundarias, como ocurre en nuestra composición, sino que ellos mismos recibieron culto especial. Juan Correa dejó un considerable número de pinturas con tema angélico. Dentro de la escena nos llama la atención dos elementos que flanquean a la Virgen y al Niño Jesús, dos elementos pertenecientes y fundamentales en la religión judaica, la Menorá y el Arca de la Alianza. El candelabro de los siete brazos en cada uno de los cuales arde una luminaria y el Arca de la Alianza con dos querubines enfrentados con sus alas extendidas en señal de protección. Estos símbolos situados en la parte principal de la composición nos llevan a pensar sobre su procedencia y, claramente, podemos deducir que esta obra fue un encargo de un judío afincado en México.  Juan de Correa fue uno de los pintores más importantes mejicanos de su tiempo, maestro de José Ibarra. Dos de sus obras decoran, junto con los de Cristóbal de Villalpando, la sacristía de la Catedral de la Ciudad de México, y representan la Asunción de la Virgen y la Entrada de Jesús a Jerusalén.  Trabajó intensamente de 1671 a 1716 y alcanzó gran prestigio y fama por la calidad de su dibujo y la dimensión de algunas de sus obras. Se conserva obra en Museo Franz Mayer, en la Pinacoteca Virreinal “La conversión de Santa María Magdalena” y “Santa Catarina” y “Adán y Eva arrojados del paraíso” este último en el Museo del Virreinato de Tepoztlán.
 

Precio salida: 80.000 €

VENDIDO POR: 130.000 €

VENDIDO
830. ESCUELA ESPAÑOLA, H. 1815Retrato de niño con uniforme de la Compañia de Flanqueadores Reales de Guardias del Cuerpo

LOTES 877 Y 878
 
Estos óleos presentan a dos niños con uniforme de la Guardia de Corps, presente en España desde época de Felipe V. Ambos uniformes corresponden a la Compañía de Flanqueadores Reales Guardias del Cuerpo. El más joven, de unos siete años aproximadamente, porta en su mano derecha un sombrero similar al modelo ros, mientras que con el brazo izquierdo sostiene la funda del sable. En cambio, el otro niño, cercano a los diez años, tiene el sombrero en una mesita que se encuentra tras él. Con su mano izquierda agarra la empuñadura del sable y con la derecha sostiene una carta. Esta permite leer la siguiente inscripción: “A Mi Señor Padre...El Vizconde de Miranda”. Si apreciamos el cinturón de los uniformes, muestran una corneta de posta, una trompa pequeña que empleaban los postillones para avisar de la salida y llegada de correo postal. La presencia de este instrumento musical nos indica que la función de estos niños dentro del cuerpo militar es el envío de cartas y documentos. La corneta de posta terminará por estar presente en el emblema del servicio nacional de Correos.
 
La carta que porta el mayor de los niños nos permite fechar las obras, mediante la mención del Vizconde de Miranda. Este título nobiliario fue otorgado, a modo de Vizcondado previo, por Fernando VII a Rafael-María de Barberá-Puigmoltó y de la Tonda en 1816. En ese mismo año se le concedió el Condado de Torrefiel por lo que el Vizcondado fue anulado. No obstante el título resucitaría ya en el reinado de Isabel II en el nieto de Barberá-Puigmoltó, Enrique Puigmoltó y Mayans, manteniéndose hasta la actualidad. La mención en el papel del título de Vizconde de Miranda nos indica que la obra debió pintarse en los meses de 1816 en los que de Barberá-Puigmoltó ostentaba dicho título nobiliario, antes de recibir definitivo de conde, superior en rango. Rafael-María de Barberá, que desempeñó cargos militares de importancia, estaría recibiendo, por tanto, mediante estos jóvenes militares retratados, una carta que le envía uno de sus hijos.
 
Óleo sobre lienzo.
73 x 54 cm.
Inscrito en la carta que lleva en la mano: "A mi señor Padre con todo respeto y veneracion S. H. de Hº, el Vizconde de Miranda".
 

Precio salida

4.500 €

VENDIDO POR

4.500 €
VENDIDO
830. ESCUELA ESPAÑOLA, H. 1815Retrato de niño con uniforme de la Compañia de Flanqueadores Reales de Guardias del Cuerpo

LOTES 877 Y 878
 
Estos óleos presentan a dos niños con uniforme de la Guardia de Corps, presente en España desde época de Felipe V. Ambos uniformes corresponden a la Compañía de Flanqueadores Reales Guardias del Cuerpo. El más joven, de unos siete años aproximadamente, porta en su mano derecha un sombrero similar al modelo ros, mientras que con el brazo izquierdo sostiene la funda del sable. En cambio, el otro niño, cercano a los diez años, tiene el sombrero en una mesita que se encuentra tras él. Con su mano izquierda agarra la empuñadura del sable y con la derecha sostiene una carta. Esta permite leer la siguiente inscripción: “A Mi Señor Padre...El Vizconde de Miranda”. Si apreciamos el cinturón de los uniformes, muestran una corneta de posta, una trompa pequeña que empleaban los postillones para avisar de la salida y llegada de correo postal. La presencia de este instrumento musical nos indica que la función de estos niños dentro del cuerpo militar es el envío de cartas y documentos. La corneta de posta terminará por estar presente en el emblema del servicio nacional de Correos.
 
La carta que porta el mayor de los niños nos permite fechar las obras, mediante la mención del Vizconde de Miranda. Este título nobiliario fue otorgado, a modo de Vizcondado previo, por Fernando VII a Rafael-María de Barberá-Puigmoltó y de la Tonda en 1816. En ese mismo año se le concedió el Condado de Torrefiel por lo que el Vizcondado fue anulado. No obstante el título resucitaría ya en el reinado de Isabel II en el nieto de Barberá-Puigmoltó, Enrique Puigmoltó y Mayans, manteniéndose hasta la actualidad. La mención en el papel del título de Vizconde de Miranda nos indica que la obra debió pintarse en los meses de 1816 en los que de Barberá-Puigmoltó ostentaba dicho título nobiliario, antes de recibir definitivo de conde, superior en rango. Rafael-María de Barberá, que desempeñó cargos militares de importancia, estaría recibiendo, por tanto, mediante estos jóvenes militares retratados, una carta que le envía uno de sus hijos.
 
Óleo sobre lienzo.
73 x 54 cm.
Inscrito en la carta que lleva en la mano: "A mi señor Padre con todo respeto y veneracion S. H. de Hº, el Vizconde de Miranda".
 

Precio salida: 4.500 €

VENDIDO POR: 4.500 €

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