Lotes

Grabado. 33 x 22 cm.
Ruinas de Zaragoza, 1812.

Grabado.

 Conjunto de cuatro litografías coloreadas. 21,5 x 29,5 cm.

Grabado. 31,5 x 22 cm.

 Grabado. 43,5 x 56 cm y una litografía 29 x 43,5 cm

Dos grabados coloreados. 24 x 18 cm, cada uno.
"Voyage Pittoresque et Historique de L´Espagne", Paris, 1806- 1820.

Litografía coloreada. 23 x 28 cm.

 Cuatro litografías. 41 x 55 cm (2), 52,5 x 85 cm y 58 x 77 cm.

Grabado. 64 x 48 cm.

 Grabado. 52 x 33 cm.

Grabado. 44 x 55 cm.

Dos litografías. 17,5 x 26,5 cm.

Grabado. 55,5 x 40 cm.
Restos de humedad.

 Grabado. 35 x 17 cm.

 Grabado. 35 x 17 cm.

Grabado. 35 x 17 cm.

 Grabado. 35 x 17 cm.

 Grabado. 35 x 17 cm.

 Óleo sobre tabla. 32,5 x 65 cm.

Óleo sobre tabla. 59 x 50 cm.

Óleo sobre tabla. 79 x 54 cm.

Óleo sobre tabla. 82,5 x 123 cm.

Óleo sobre tabla. 56,5 x 49 cm.
En el reverso inscrito en la tabla a tinta "520".
 
Bibliografía:
Georges Malier, “Pierre Coeck d´Alost”, Editions Robert Finck, Bruselas, 1966, p. 14.
 
Obra que formaría parte de un tríptico pintado por ambas caras dedicado a la Vida de Jesús, hoy disperso. El anverso, decorado con un conjunto de seis escenas: “La Resurrección”, “El Descenso a los infiernos”, “La Ascensión”, “Pentecostés”, “Jesús delante de Pilatos”, “Jesús ante Caifás” y el reverso tres escenas relativas al “Bautismo”, “Multiplicación de los panes y peces” y “La Oración en el Huerto”.
 
La tabla que presentamos inmortaliza el momento en el que Cristo desciende a los infiernos con la presencia de Adán, Eva y otras almas. Los demonios rebolotean y se dirigen de manera violenta a Cristo. La luz rojiza y amenazante de infierno inhunda la escena creando evidentes juegos de luces y sombras.
 
Se adjunta: carta del Profesor Lode Seghers, firmada el 25 de octubre de 1977; carta del Dr. Xavier- André Florès, de la Historia del Arte francés, del 30 de octubre de 1972 y; copia de una fotografía, con copia de la inscripción del reverso del tríptico firmada por el profesor Xavier André el 7 de Julio de 1977. Documentos que autentifican y atribuyen el triptico a Pieter Coecke Van Aelst.

Óleo sobre tabla. 72 x 53 cm.
 
Procedencia:
Importante colección particular española.
 
Bibliografía:
 
Ana Diéguez Rodríguez, "Una crucifixión del Maestro de Pablo y Barnabás en las Descalzas Reales",  Reales Sitios: Revista del Patrimonio Nacional, 2014, Nº 199, pp. 76-80.
Ana Diéguez Rodríguez, "Dos nuevas pinturas del Maestro de Pablo y Barnabás en España",  Boletín del Museo e Instituto Camón Aznar (BMICAZ), 107, 2011, pp. 61-76, fig. 2.
 
La tabla que presentamos hasta ahora conservada en una importante colección española, fue dada a conocer por Ana Diéguez en su artículo “Dos nuevas pinturas del Maestro de Pablo y Barnabás en España” y, es sin duda, una interesante aportación a la producción artística del pintor. Maestro flamenco de mediados del siglo XVI formado con Pieter Coeck, Pieter Aertsen, Jan Mandijn y Jan Van Hemessen con los que colaboró en algunas de sus composiciones.
 
Con una técnica cuidada de suaves pinceladas y una composición organizada de fuerte dinamismo, el Maestro desarrolla la dramática escena de la Crucifixión, inmortalizando el momento de la Quinta Angustia de María que San Juan refiere en estas palabras “Junto a la Cruz de Jesús, permanecía de pie su Madre” (Jn 19, 25). En un entorno urbano, la Jerusalén celeste, el pintor dispone en un primer plano la figura de Cristo crucificado con una acusada diagonal. A la izquierda el grupo de la Virgen y San Juan mientras que la Magdalena llora a los pies de Cristo. A la derecha un grupo de soldados romanos, uno en un caballo en corveta y una lanza en la mano, y un grupo de hebreos característicamente vestidos se alejan después de haber presenciado el suceso. Los dos ladrones dispuestos en diagonal oblicua a la figura de Cristo cierran la composición.
 
Las reminiscencias flamencas quedan patentes en las sutiles veladuras del paisaje y revelan la calidad del trabajo del Maestro. Con una pincelada de toques fluidos y nerviosos en el que el colorido prima sobre la línea va definiendo los contornos de las figuras de canon alargado, cabezas pequeñas y gráciles, poses dinámicas y expresivos movimientos, y se define el estilo más depurado de este pintor. Podemos establecer una relación en el modelo de San Juan Bautista, imberbe, con cabello ondulado y peinado hacia atrás con el rostro repetido del San Juan del Juicio Final del Tríptico de Rockox de la iglesia de Santiago de Amberes y el Tríptico de San Sebastián del Petit Palais de París.
 
Otra crucifixión del Maestro de Pablo y Barnabás, se conserva en el Monasterio de las Descalzas Reales (Ver: Ana Diéguez Rodríguez, "Una crucifixión del Maestro de Pablo y Barnabás en las Descalzas Reales", Reales Sitios, Nº 199, fig. 1).

Óleo sobre lienzo. 78 x 63,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 46,5 x 36 cm.
En el reverso inscrito en el lienzo: "88".

Óleo sobre lienzo. 75 x 61 cm.

Óleo sobre lienzo. 74,5 x 112,5 cm.
En el reverso con etiqueta de colección inscrita a tinta "19"e inscrito a tinta: "Canaletto".
 
Procedencia:
 
Antigua colección de Cristóbal Balenciaga.
Por descendencia a los actuales propietarios.

Óleo sobre tabla. 29 x 48,5 cm.
En el reverso con etiqueta inscrita a tinta: "nº 31. tableau paysage Pani.".

Óleo sobre lienzo. 72 x 58,5 cm.
Inscrito: "Charitas".
Firmado con anagrama inserto en Charitas "AC"(?).

Óleo sobre lienzo. 70,5 x 58,5 cm.
En el reverso inscrito en el lienzo: "Estefano Parroceli, Roma, 1706" e inscrito en el bastidor: "10".

Óleo bajo cristal. 40 x 32 cm.

Óleo sobre lienzo. 85,5 x 63,5 cm.
Firmado y fechado: “Fran. de Menesses Ossorio. Año. 1707”.
Con marco antiguo en madera tallada y dorada.
 
Lienzo hasta ahora en paradero desconocido, firmado y fechada en 1707, es una interesante aportación al catálogo razonado del pintor Francisco Meneses Osorio. Fue uno de los seguidores más notables de Murillo, y considerado por Ceán Bermúdez como un discípulo directo suyo. Es indudable en la esta composición apreciar la deuda de formas murillescas en el tratamiento de la Virgen y el Niño, y la tradición zurbaneresca de un dibujo perfilado y preciosista en el tratamiento de las flores y los paños.
 
En el centro de la composición la Virgen del Rosario con el Niño Jesús sobre su regazo con un conjunto de ángeles dispuestos a ambos lados, así como a los pies de la Virgen; en la parte superior la figura de Dios Padre. Con un dibujo preciso, una excelente ejecución en el detalle y un notable colorido, rodea a la Virgen de una guirnalda de flores: lirios, azucenas, rosas, claveles…, elemento común en las composiciones flamencas, ya conocidas en Sevilla desde el siglo XVII y principios del XVIII.
 

Óleo sobre lienzo. 125 x 96 cm, sin marco.
Con etiqueta de colección en el ángulo inferior derecho.

Óleo sobre lienzo. 64 x 88,5 cm.
Con marco de madera tallada y dorada, h. 1700.

Óleo sobre lienzo. 127 x 94 cm.
Con etiqueta en el reverso de la Caja General de Reparaciones con número de referencia: "2567".
En el reverso inscrito en el marco: "334"
 
Procedencia:
Antigua colección de Cristóbal Balenciaga.
Por descendencia a los actuales propietarios.

Óleo sobre lienzo. 98,5 x 135 cm.
En el reverso inscrito a tinta: "207".
Con marco antiguo en madera tallada y dorada.

Óleo sobre lienzo. 97,5 x 79,5 cm.
Con antiguo en madera tallada y dorada.
 
Patrona de la ciudad de Valencia, y conocida cariñosamente entre los valencianos como La Geperudeta, por la ligera inclinación adelante. Bajo esta advocación se fundó la Congregación Madres de Desamparados y San José de la Montaña.
La iconografía de la imagen ha sido estudiada pero el padre Emilio Aparicio Olmos: “Santa María de los Inocentes y Desamparados”. Valencia, 1968.
Quizás su representación pictórica más conocida es la de Tomás Yepes, fechada en 1644 que se encuentra de el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid.

Óleo sobre lienzo adherido a tabla. 18,5 x 14 cm.
Con marco antiguo en madera tallada y aplicaciones en dorado.

Óleo sobre lienzo. 128 x 149 cm.
En el reverso inscrito a tinta en el lienzo: "894-5/23".
 
Bernardo Germán Lorente, fue un pintor sevillano especializado en “Divina pastoras”, ya Ceán Bermúdez, lo definió como “pintor de pastoras”. Con una ejecución detenida y precisa, el pintor nos sitúa a la Virgen como “pastora de almas” sobre un paisaje. Se la representa como una mujer joven, sedente en un risco y vestida a la usanza pastoril con sombrero a sus espaldas; le rodean un conjunto de ovejas a las que atiende y protege de las fieras. Interesante es, el detalle iconográfico, la representación de las flores que traen las ovejas a las que atiende y cuida la Virgen. Al fondo, a la derecha, San Miguel Arcángel, que desciende del cielo, y se dispone a defender al cordero de la acechanza de un león monstruoso: “un lobo- el enemigo emergente de una cueva con afán de devorarla- Imagen del demonio (…) cuyo peligro reconocido de la descarriada ovejuela” (Texto original de fray Isidoro). Al fondo a la izquierda, la representación del Buen Pastor, Cristo lleva sobre sus hombros a una oveja.
 
La obra que presentamos hasta ahora conservada en una colección particular española es, sin duda, una de las mejores producciones de esta serie de pastoras del pintor. Destacamos su gran riqueza estilística, magnifica ejecución y delicioso juego cromático de azules, rosas, verdes.
 

Óleo sobre lienzo. 102,5 x 91,7 cm.
 
La figura de Juan Van der Hamen, siempre se asocia a la pintura de bodegón, sin embargo, a lo largo de su breve carrera realizaría también algunos retratos y obras religiosas. La obra que presentamos, por su calidad artística podemos atribuirla al pintor y datar posiblemente en la década de los años 20, momento en que Van der Hamen realiza la decoración del Monasterio de la Encarnación de Madrid. Si fuese correcta esta datación cronológica, posibilitaría mucho esta atribución y limitaría la de otros pintores madrileños. Las referencias del Niño Jesús a Montañés, también indicaría la posibilidad de la década de los años 20 para su realización.
 
Sobre un fondo oscuro y con un expresivo naturalismo el pintor nos sitúa la figura de San Antonio en oración dirigiendo su mirada al Niño que le bendice. Una potente luz, tenebrista ilumina el rostro, las manos del Santo, incide en la parte lateral del Niño y penetra sobre el vigoroso modelado de los pliegues de la túnica del santo, rasgos claramente diferenciadores de la producción artística del pintor.
 
A relacionar con el San Juan Bautista en oración conservado en una colección particular de Madrid y con el San Isidro Labrador conservado en la National Gallery de Irlanda Dublín, fechados en la década de 1620-22. (Ver: William B. Jordan: Catálogo de la Exposición “Juan Van der Hamen y león y la Corte de Madrid”. Madrid - Dallas, 2005-2006).

 Óleo sobre cobre. 34 x 26,5 cm.

Óleo sobre cobre. 6,3 x 5 cm.
Con marco en filigrana.

Óleo sobre cobre. 18,5 x 14,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 90 x 130 cm.
Con etiqueta en el reverso inscrita a máquina: "Fraile ermitaño. Procedencia: Madrid, Sr. Ruiz Jarabo In/T: 26 de Septiembre de 1973. Reg. Gral: 1647".
 
PROCEDENCIA:
Antigua colección Francisco Ruiz-Jarabo, Madrid.
Colección particular española.
 
Se adjunta certificado del profesor Enrique Valdivieso firmado en Enero del 2021, copia del informe del instituto Central de restauración del Ministerior de Cultura por su restauración en 1973 y la obra está publicada en la memora de intervención del 22 de noviembre de 1973, volúmen 4, hoja 2, BM 95/26.
 
Pintor destacado y padre del también pintor Francisco de Solís. Trabajo en la Corte de Felipe V, fue nombrado “pintor de la Reina de Nuestra Señora” e intervino en las decoraciones y embellecimiento del Palacio del Buen Retiro. En 1636, hay constancia de que realiza una serie de trabajos para el arzobispo de Toledo y en 1647 interviene en la decoración de pintura y dorado del interior y la reja de la Capilla de la Virgen del Amparo.
 
Dentro de su producción artística, destacó por las series de pinturas dedicados a santos eremitas. La obra que presentamos es un buen ejemplo de ello. Sobre un paisaje con el Monte Carmelo de fondo, Solís nos sitúa en un primer término a San Elías. Viste hábito carmelita con capa blanca y manto marrón, sentado en actitud de descanso durante su viaje. Lleva cayado de caminante y en su otra mano sujeta un libro en el que pudieran estar consignadas sus profecías. Son claras las influencias de Collantes en el paisaje, así como evidentes reminiscencias a los grabados flamencos y los paisajes invernales de Joost de Momper.
 
Otras obras de la serie de ermitaños que se conocen son: “San Jerónimo”, “San Benito”, “San Bernardo” y “San Antón” en una colección particular y un “San Severino” en el Museo de Navarra de Pamplona.
 

 Óleo sobre lienzo. 100 x 82 cm.

Óleo sobre hojalata. 19,5 x 15,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 118 x 161,5 cm.
Con importante marco antiguo en madera tallada y aplicaciones de oro, h. 1600.
En el reverso con etiqueta de colección con número inscrito "13" 
Exposiciones:
“Franciscanisme a Mallorca” celebrada en el Monasterio de la Purísima Concepción en el año 2007.
 
Bibliografía:
"El Franciscanisme a Mallorca". Arts, festes i devocions. Monestir de la Puríssima Concepció. 15 de diciembre del 2007-6 de enero del 2008, lám. 150.