Óleo sobre lienzo. 54,7 x 149 cm.
PROCEDENCIA:
Palacio Arzobispal de Sevilla.
Colección particular española.
BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA:
Valdivieso, Enrique, Valdés Leal, Sevilla, 1998.
Valdivieso, Enrique, Valdés Leal, Madrid y Sevilla, 1991 (catálogo de exposición).
Valdivieso Enrique, Juan Valdés Leal, Sevilla 2021, pp. 318-320.
Álvarez Lopera, J., La vida de San Ambrosio. Madrid y Sevilla, 2004 (catálogo de exposición).
Portús, Javier, El hijo pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz, Madrid, Museo del Prado, 2021, p. 131-161.
La obra que presentamos, hasta ahora en paradero desconocido completaría el ciclo de las sobrepuertas que pintó Juan de Valdés Leal para el palacio Arzobispal de Sevilla. Enrique Valdivieso menciona la existencia de cinco lienzos conocidos de esta decoración, sugiriendo la posibilidad de que originariamente fueran 6 u 8. Este lienzo, sería el sexto lienzo de la serie, completando así el ciclo.
En 1673, el arzobispo de Sevilla, don Ambrosio Spínola y Guzmán, encomendó a Juan de Valdés Leal la decoración del Palacio Arzobispal, un encargo de gran importancia para el pintor. Se le solicitó crear una serie de siete lienzos que representaran escenas de la vida de San Ambrosio para el oratorio privado, junto con un conjunto de Ángeles Volanderos que completarían el friso decorativo. Desafortunadamente, durante la ocupación francesa entre 1810 y 1812, estas sobrepuertas desaparecieron del palacio arzobispal de Sevilla.
La serie, que ha reaparecido en los últimos años a través de diferentes fuentes, ofrece una oportunidad única para apreciar el distintivo estilo de Valdés Leal. El examen conjunto de las seis piezas revela un mensaje iconográfico claro, destacando la condición arzobispal y resaltando la grandeza de Cristo y su doctrina a través de la solemnidad litúrgica. Cada pintura presenta un rico repertorio de atributos episcopales y prendas litúrgicas, subrayando la importancia del líder eclesiástico que preside y ordena el apostolado en su extensa diócesis. Todas ellas, representan ángeles suspendidos en la gloria celestial, portando tanto objetos litúrgicos como atributos asociados a San Ambrosio.
La obra que presentamos, demuestra nuevamente la destreza artística de Valdés Leal al resolver hábilmente los escorzos de un conjunto de ángeles en actitudes movidas y dinámicas suspendides en la gloria celestial. Sostienen en este caso, la casulla, el cíngulo y el alba de San Ambrosio, elementos simbólicos que añaden profundidad y significado a la representación. La cuidadosa atención a los detalles, desde la expresión de los ángeles hasta la precisión en la representación de las prendas litúrgicas, revela la maestría técnica y la sensibilidad artística del pintor.
Las otras sobrepuertas que completaría el ciclo del Palacio Arzobispal, son: Angeles con caja, los tres clavos de la crucifixión, anillo episcopal y palium, Ángeles con casulla, manípulo, dalmática y tapas de los corporales, Ángeles con estola, báculo y mitra, Ángeles con tromba marina y partitura y Ángeles mostrando un ostensorio con el anagrama de Jesús. (Ver: Enrique Valdivieso, Juan Valdés Leal, Sevilla 2021, pp. 318-320, fig. 221,222, 223,224,225).