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VENDIDO
588. SALVADOR MARTÍNEZ CUBELLS (Valencia, 1845-Madrid, 1914)Retr

Óleo sobre lienzo.
64 x 52 cm.

PROCEDENCIA:
Colección del pintor.
Por descendencia al actual propietario.

Hijo de Francisco Martínez Yago, también restaurador y pintor, comienza su formación en el taller de su padre y en la Academia de San Carlos de Valencia. Entre 1864 y 1889 participará en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes siendo sus obras ya un reclamo para la sociedad más selecta. En la Exposición de 1864 presenta Baile de labradores que fue adquirida por el marqués del Campo junto con otra obra, La visita del novio. El conde de Pinohermoso, tres años más tarde, le compraría Los Carvajales e incluso, parece que le encargó la obra La herida de don Jaime en la conquista de Valencia, que presentaría en la Exposición de 1868.
En 1869 se presenta a las oposiciones de primer restaurador del Museo del Prado y la obtiene, Estará bajo la dirección del también pintor Antonio Gisbert y serán veintisiete años los que permanecerá en este cargo coincidiendo, también, con Francisco Sans Cabot y Federico de Madrazo como directores del museo del Prado. En este puesto destaca sobresalientemente, incluso crea una escuela de restauradores que tuvo presencia hasta principios de siglo. Como ejemplo de esta profesión, podemos destacar la restauración que llevó a cabo en la obra de San Antonio de Padua, obra de Murillo que fue robada en la catedral de Sevilla, recuperada en Nueva York y devuelta por el marcharte de arte William Shaus. También restauraría obras de EL Greco, hoy en Toledo, pero sin duda el trabajo de mayor envergadura tuvo lugar cuando se ocupó del traslado a lienzos de las Pinturas negras de Goya por su dificultad técnica siendo pinturas parietales en su origen.
Aunque su papel como restaurador del Museo del Prado le ocupaba mucho tiempo, no dejó de cultivar la pintura y de seguir participando en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. En 1871 fue galardonado con la tercera medalla, en 1876 con la segunda y en 1881, 1884 y 1887 consigue la primera medalla. Encuentra el reconocimiento internacional en 1909 obteniendo la medalla de oro en la Exposición Internacional de Múnich. Bajo la dirección de Carlos Luis de Ribera trabaja como decorador y participa en la ornamentación de la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid.
El lienzo que presentamos, es una obra, que por el tema, consideramos muy importante para el artista. Es una obra muy especial porque el artista nos deja pasar a un rincón de su casa y nos presenta a sus dos hijos en un elegante interior muy al gusto finisecular. Nos llama la atención el caballete donde se entrevé la obra, Pescando al amor, pintada también por Salvador. Ambos retratados aparecen en primer plano, Salvador es el niño que encontramos de pie mirando al espectador y apoyado en una magnífica silla tijera del siglo XVI y Enrique es el que aparece sentado.

Precio salida

4.000 €

VENDIDO

VENDIDO
588. SALVADOR MARTÍNEZ CUBELLS (Valencia, 1845-Madrid, 1914)Retr

Óleo sobre lienzo.
64 x 52 cm.

PROCEDENCIA:
Colección del pintor.
Por descendencia al actual propietario.

Hijo de Francisco Martínez Yago, también restaurador y pintor, comienza su formación en el taller de su padre y en la Academia de San Carlos de Valencia. Entre 1864 y 1889 participará en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes siendo sus obras ya un reclamo para la sociedad más selecta. En la Exposición de 1864 presenta Baile de labradores que fue adquirida por el marqués del Campo junto con otra obra, La visita del novio. El conde de Pinohermoso, tres años más tarde, le compraría Los Carvajales e incluso, parece que le encargó la obra La herida de don Jaime en la conquista de Valencia, que presentaría en la Exposición de 1868.
En 1869 se presenta a las oposiciones de primer restaurador del Museo del Prado y la obtiene, Estará bajo la dirección del también pintor Antonio Gisbert y serán veintisiete años los que permanecerá en este cargo coincidiendo, también, con Francisco Sans Cabot y Federico de Madrazo como directores del museo del Prado. En este puesto destaca sobresalientemente, incluso crea una escuela de restauradores que tuvo presencia hasta principios de siglo. Como ejemplo de esta profesión, podemos destacar la restauración que llevó a cabo en la obra de San Antonio de Padua, obra de Murillo que fue robada en la catedral de Sevilla, recuperada en Nueva York y devuelta por el marcharte de arte William Shaus. También restauraría obras de EL Greco, hoy en Toledo, pero sin duda el trabajo de mayor envergadura tuvo lugar cuando se ocupó del traslado a lienzos de las Pinturas negras de Goya por su dificultad técnica siendo pinturas parietales en su origen.
Aunque su papel como restaurador del Museo del Prado le ocupaba mucho tiempo, no dejó de cultivar la pintura y de seguir participando en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. En 1871 fue galardonado con la tercera medalla, en 1876 con la segunda y en 1881, 1884 y 1887 consigue la primera medalla. Encuentra el reconocimiento internacional en 1909 obteniendo la medalla de oro en la Exposición Internacional de Múnich. Bajo la dirección de Carlos Luis de Ribera trabaja como decorador y participa en la ornamentación de la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid.
El lienzo que presentamos, es una obra, que por el tema, consideramos muy importante para el artista. Es una obra muy especial porque el artista nos deja pasar a un rincón de su casa y nos presenta a sus dos hijos en un elegante interior muy al gusto finisecular. Nos llama la atención el caballete donde se entrevé la obra, Pescando al amor, pintada también por Salvador. Ambos retratados aparecen en primer plano, Salvador es el niño que encontramos de pie mirando al espectador y apoyado en una magnífica silla tijera del siglo XVI y Enrique es el que aparece sentado.

Precio salida: 4.000 €

VENDIDO

VENDIDO
597. JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)Re

Óleo sobre lienzo
52 x 59,5 cm
Firmado, fechado y dedicado áng. inf. dcho: A mi amigo Rafael/J Sorolla B/ 1908
Inscrito áng. sup. izdo: BEATRIZ
Fechado e inscrito el el reverso: 26. Marzo/1908/nº 547

PROCEDENCIA:
Colección privada.

EXPOSICIONES:
Londres: Graffton Galleries. Exhibition of Paintings by Señor Sorolla y Bastida, 4 de mayo-4 de julio, 1908, cat. nº 547.

BIBLIOGRAFÍA:
B. de Pantorba, La vida y la obra de Joaquín Sorolla, Madrid 1970, pág. 208, cat. 2027.


Fechado en el mes de marzo de 1908, el retrato de la hija de su gran amigo anticuario Rafael García
Palencia, será una de las piezas importantes para el pintor que selecciona para su primera exposición en Londres, en las Galerías Graffton. Exposición importante porque ahí es donde conocerá al hispanista norteamericano Archer M. Huntington, fundador de la Hispanic Society of America, comprador, mecenas que le propone llevar su obra a Nueva York y el que será uno de los grandes amigos de nuestro pintor. También, en esta exposición, se relaciona con sus ya amigos Sargent y Zorn.

Los inicios de Sorolla como retratista comienzan, como para cualquier aspirante a artista, en sus primeros años cuando tiene que enfrentarse a la copia de los rasgos físicos de un modelo vivo. Los primeros retratos que se conocen se fechan en 1882, con solo diecinueve años, podemos mencionar el pequeño busto de Rosa Pelegrí donde apreciamos a un Sorolla aún contenido en la ejecución. Este género para Sorolla será una fuente de ingresos fácil, si bien no era el tema más atractivo para él, se da cuenta de grandeza y su dominio al no dejar de recibir encargos, es tal su fama como retratista que no puede abarcar tantas propuestas. Nos podemos hacer una idea de esta magnitud comercial y de su fama internacional en una carta dirigida a su mecenas Archer Huntington: “He tenido que dar serias calabazas a muchos señores de Búfalo y de Nueva York, pues todos piden retratos y ahora empiezo a notar que el retrato puede ser arte”.

El retrato que presentamos reúne, sin duda, la inspiración velazqueña muy característica de estos años en la obra de Sorolla. Lo vemos en la manera de colocar a la retratada, los colores, heredados de la escuela española del siglo de Oro son muy característicos. Velázquez aparece en el retrato de Sorolla en 1901 para quedarse hasta el final de su carrera. la retratada es Beatriz de niña, hija de su gran amigo Rafael García Palencia, tal y como comprobamos en la dedicatoria que aparece en el lienzo. Con pinceladas sueltas y vibrantes nos la presenta vestida de rojo con encajes blanco adornando su cuello resaltándola del fondo oscuro y no nos encontramos con una niña en actitud infantil, por el contrario nos la presenta como si fuera una adulta, elegante, pero nada distante. Sorolla juega con las partes del lienzo sin pintar, abriendo la escena y dotando a la composición de dinamismo y cercanía con la retratada, la mano que asoma del marco, incluso los toques de rojo en el propio marco, hace que la escena no quede encerrada sino que salga al exterior e interactúe con el espectador. El rojo tan llamativo ya lo recordamos de su obra, Mis hijos de 1904, donde las niñas van vestidas de rojo e incluso con los mismos moños en la cabeza, propios de la moda del momento.

Viendo nuestro retrato no podemos dejar de mencionar el retrato que hace Sorolla de su hija María Clotide de 1910, que resuelve de la misma manera que el que ofrecemos en subasta e incluso Sorolla también pinta el marco con tonos rojo.

El año que pinta nuestro retrato, será un año que comience pintando en las playas de Valencia y en su huerto. El diecisiete de enero vuelve a Madrid y comienza a realizar los retratos que irán a la exposición de Londres que tendrá lugar en primavera de ese año. Otros retratos de este año que destacamos: Retrato de la Reina Victoria Eugenia con manto de armiño, Retrato del XVII Duque de Alba, Retrato de Antonio García en su laboratorio, Retrato de Marcelino Menéndez Pelayo, Retrato del Rey Alfonso XIII con uniforma de lanceros y el Retrato de la infanta Isabel de España.

Agradecemos a Blanca Pons Sorolla su ayuda en la catalogación de esta obra que tiene como número de inventario BPS 2055.

Precio salida

60.000 €

VENDIDO

VENDIDO
597. JOAQUÍN SOROLLA Y BASTIDA (Valencia, 1863 - Madrid, 1923)Re

Óleo sobre lienzo
52 x 59,5 cm
Firmado, fechado y dedicado áng. inf. dcho: A mi amigo Rafael/J Sorolla B/ 1908
Inscrito áng. sup. izdo: BEATRIZ
Fechado e inscrito el el reverso: 26. Marzo/1908/nº 547

PROCEDENCIA:
Colección privada.

EXPOSICIONES:
Londres: Graffton Galleries. Exhibition of Paintings by Señor Sorolla y Bastida, 4 de mayo-4 de julio, 1908, cat. nº 547.

BIBLIOGRAFÍA:
B. de Pantorba, La vida y la obra de Joaquín Sorolla, Madrid 1970, pág. 208, cat. 2027.


Fechado en el mes de marzo de 1908, el retrato de la hija de su gran amigo anticuario Rafael García
Palencia, será una de las piezas importantes para el pintor que selecciona para su primera exposición en Londres, en las Galerías Graffton. Exposición importante porque ahí es donde conocerá al hispanista norteamericano Archer M. Huntington, fundador de la Hispanic Society of America, comprador, mecenas que le propone llevar su obra a Nueva York y el que será uno de los grandes amigos de nuestro pintor. También, en esta exposición, se relaciona con sus ya amigos Sargent y Zorn.

Los inicios de Sorolla como retratista comienzan, como para cualquier aspirante a artista, en sus primeros años cuando tiene que enfrentarse a la copia de los rasgos físicos de un modelo vivo. Los primeros retratos que se conocen se fechan en 1882, con solo diecinueve años, podemos mencionar el pequeño busto de Rosa Pelegrí donde apreciamos a un Sorolla aún contenido en la ejecución. Este género para Sorolla será una fuente de ingresos fácil, si bien no era el tema más atractivo para él, se da cuenta de grandeza y su dominio al no dejar de recibir encargos, es tal su fama como retratista que no puede abarcar tantas propuestas. Nos podemos hacer una idea de esta magnitud comercial y de su fama internacional en una carta dirigida a su mecenas Archer Huntington: “He tenido que dar serias calabazas a muchos señores de Búfalo y de Nueva York, pues todos piden retratos y ahora empiezo a notar que el retrato puede ser arte”.

El retrato que presentamos reúne, sin duda, la inspiración velazqueña muy característica de estos años en la obra de Sorolla. Lo vemos en la manera de colocar a la retratada, los colores, heredados de la escuela española del siglo de Oro son muy característicos. Velázquez aparece en el retrato de Sorolla en 1901 para quedarse hasta el final de su carrera. la retratada es Beatriz de niña, hija de su gran amigo Rafael García Palencia, tal y como comprobamos en la dedicatoria que aparece en el lienzo. Con pinceladas sueltas y vibrantes nos la presenta vestida de rojo con encajes blanco adornando su cuello resaltándola del fondo oscuro y no nos encontramos con una niña en actitud infantil, por el contrario nos la presenta como si fuera una adulta, elegante, pero nada distante. Sorolla juega con las partes del lienzo sin pintar, abriendo la escena y dotando a la composición de dinamismo y cercanía con la retratada, la mano que asoma del marco, incluso los toques de rojo en el propio marco, hace que la escena no quede encerrada sino que salga al exterior e interactúe con el espectador. El rojo tan llamativo ya lo recordamos de su obra, Mis hijos de 1904, donde las niñas van vestidas de rojo e incluso con los mismos moños en la cabeza, propios de la moda del momento.

Viendo nuestro retrato no podemos dejar de mencionar el retrato que hace Sorolla de su hija María Clotide de 1910, que resuelve de la misma manera que el que ofrecemos en subasta e incluso Sorolla también pinta el marco con tonos rojo.

El año que pinta nuestro retrato, será un año que comience pintando en las playas de Valencia y en su huerto. El diecisiete de enero vuelve a Madrid y comienza a realizar los retratos que irán a la exposición de Londres que tendrá lugar en primavera de ese año. Otros retratos de este año que destacamos: Retrato de la Reina Victoria Eugenia con manto de armiño, Retrato del XVII Duque de Alba, Retrato de Antonio García en su laboratorio, Retrato de Marcelino Menéndez Pelayo, Retrato del Rey Alfonso XIII con uniforma de lanceros y el Retrato de la infanta Isabel de España.

Agradecemos a Blanca Pons Sorolla su ayuda en la catalogación de esta obra que tiene como número de inventario BPS 2055.

Precio salida: 60.000 €

VENDIDO

VENDIDO
598. RAMÓN CASAS Y CARBÓ (Barcelona, 1866-1932)Paisaje otoñal co

Óleo sobre lienzo
84 x 133 cm
Firmado áng. inf. dcho: R Casas

PROCEDENCIA:
Colección privada.


Ramón Casas está considerado como uno de los principales retratistas de la burguesía catalana. En 1900 celebró una exposición individual en la Sala Parés de Barcelona posicionándose como líder en este género. Pero no solo cultivó el retrato, nos sorprendió con otro tipo de temas, destacando y dejándonos obras como la que nos ocupa. Nuestra obra en cuestión y, sin atrever a confirmarlo del todo, por tema y ejecución, podría formar parte del conjunto de obras que el pintor realizó como decoración para su comedor de su casa localizada en el Paseo de Gracia, nº 6 en Barcelona. Sabemos que se trataba de una casa espectacular decorada en su totalidad y donde trabajaría Josep Pascó decorando todo su interior, destacando sus trabajos en el vestíbulo y en el comedor. Fue en el comedor donde Ramón Casas participará, en la pared y escogerá obras relacionadas con las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Estas pinturas realizadas en óleos se realizarían entre 1899-1900 y sabemos que no se encuentran en su lugar original sino que fueron sacadas de la pared y se encuentran repartidas en colecciones privadas.
La ejecución, esta manera tan rápida de pintar, tan suelta y moderna y otros ejemplos vistos que formaba parte de este conjunto como Les Caramelles, nos ha llevado a la conclusión que podría formar parte de ese conjunto decorativo.

Precio salida

50.000 €

VENDIDO

VENDIDO
598. RAMÓN CASAS Y CARBÓ (Barcelona, 1866-1932)Paisaje otoñal co

Óleo sobre lienzo
84 x 133 cm
Firmado áng. inf. dcho: R Casas

PROCEDENCIA:
Colección privada.


Ramón Casas está considerado como uno de los principales retratistas de la burguesía catalana. En 1900 celebró una exposición individual en la Sala Parés de Barcelona posicionándose como líder en este género. Pero no solo cultivó el retrato, nos sorprendió con otro tipo de temas, destacando y dejándonos obras como la que nos ocupa. Nuestra obra en cuestión y, sin atrever a confirmarlo del todo, por tema y ejecución, podría formar parte del conjunto de obras que el pintor realizó como decoración para su comedor de su casa localizada en el Paseo de Gracia, nº 6 en Barcelona. Sabemos que se trataba de una casa espectacular decorada en su totalidad y donde trabajaría Josep Pascó decorando todo su interior, destacando sus trabajos en el vestíbulo y en el comedor. Fue en el comedor donde Ramón Casas participará, en la pared y escogerá obras relacionadas con las estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. Estas pinturas realizadas en óleos se realizarían entre 1899-1900 y sabemos que no se encuentran en su lugar original sino que fueron sacadas de la pared y se encuentran repartidas en colecciones privadas.
La ejecución, esta manera tan rápida de pintar, tan suelta y moderna y otros ejemplos vistos que formaba parte de este conjunto como Les Caramelles, nos ha llevado a la conclusión que podría formar parte de ese conjunto decorativo.

Precio salida: 50.000 €

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