Pastel sobre papel.
20,9 x 15,2 cm.
Marco también pintado por Picasso.
Firmado, fechado y dedicado: “Cannes A.M/Pour David Duncan/Picasso/12.5.57”.
Firmado, fechado e inscrito en el reverso: “El marco también está pintado por mí/Picasso/ el día 24.6.57.”.
PROCEDENCIA:
Regalo del artista a David Duncan.
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Sam Benady Gallery, Marbella.
Colección particular.
Esta obra se acompaña de un certificado de autenticidad escrito y firmado a mano por Claude Picasso, en febrero de 2016.
David Douglas Duncan (Kansas City, Missouri, 1916 - Grasse, Francia, 2018) y Pablo Picasso
mantuvieron una gran amistad que duró diecisiete años, hasta la muerte del artista en 1973.
Duncan es conocido y admirado por haber sido uno de los fotoperiodistas más influyentes del s.XX. Durante la Segunda Guerra Mundial, siendo oficial de Marina, cubrió el ataque norteamericano de las Islas Salomon y Okinawa, así como la rendición japonesa. Tras la guerra trabajó para la revista Life, cubriendo importantes eventos como el final de Raj británico en la India y conflictos en Turquía, Europa Oriental, África y Oriente Medio. También fueron muy importantes sus fotografías de la Guerra de Corea y Vietnam. Pero sin duda pasará a la historia por ser el más importante fotógrafo de Picasso.
El primer y mítico encuentro entre Duncan y Picasso ocurrió en la casa del artista en Cannes, llamada La Californie. Duncan quería conocer al famoso pintor y pidió a su amigo, el también fotoperiodista Robert Capa, que se lo presentara. No pudo ser, ya que Capa falleció antes, cuando cubría la guerra de Indochina. Fue en febrero de 1956, estando Duncan en Cannes, cuando decidió ponerse en contacto con La Californie para solicitar una cita con Picasso diciendo que era amigo de Capa y que quería saludarlo. Jacqueline, última esposa de Picasso, respondió al teléfono y le invitó a visitarles. Con motivo de la donación en 2013 de 163 fotografías al Museo Picasso de Barcelona, Duncan recordaba emocionado cómo conoció a Picasso:
“Fue el 8 de febrero de 1956. Me presenté en su casa de La Californie, cerca de Cannes,
diciendo que era amigo del también fotógrafo Robert Capa. Jacqueline me cogió de la mano y me llevó al segundo piso, donde, dentro de la bañera estaba él, desnudo. Le dije que si le podía hacer una fotografía y me dijo que sí. Esa fue la primera vez”.
La primera de las casi 25.000 fotografías que Duncan realizó de Picasso y su entorno durante sus diecisiete años de amistad. Estas fotografías, publicadas en siete libros, son sin duda un documento único para conocer el lado más íntimo y familiar del artista, así como su proceso de trabajo, siendo la única persona autorizada para fotografiar muchas de sus pinturas.
Prueba del cariño y la amistad entre ambos es este maravilloso “Tête de faune”, que Picasso pintó para Duncan el 12 de mayo de 1957, y al que unos meses más tarde, el 24 de junio de 1957, además pintó el marco como se puede ver en la fotografía que realizó Duncan del histórico momento en el que Picasso, sentando en su estudio, con un cigarrillo en la mano izquierda y el pincel en la derecha, lo pinta. En el reverso del marco, destacando su importancia, escribe: “El marco también está pintado por mí/Picasso/el día 24.6.1957”.
La obra representa a Fauno tocando su flauta mágica sobre un fondo vegetal. Fauno es uno de los personajes mitológicos que más frecuentemente aparecen en la obra de Picasso junto con los minotauros y los centauros. Este ser, mitad cabra y mitad hombre, reconocible por sus cuernos, pezuñas y su famosa flauta, se asocia, entre otras cosas, a los placeres de la vida como el baile, el vino y la libertad sexual. Sin duda un claro reflejo de la personalidad jovial del propio Picasso.