Lotes

Óleo sobre lienzo. 83,5 x 118,5 cm.

Óleo sobre tabla. 25 x 20 cm.

Óleo sobre cobre. 43,5 x 33 cm. Con marco rococó lobulado del siglo XVIII Basado en un grabado de Hieronymus Wierix (1553-1619), realizado según una xilografía de Alberto Durero. La imagen muestra la aparición del Cristo de los Dolores a san Gregorio rodeado de su séquito papal y un conjunto de ángeles con las armas Christi.

Óleo sobre lienzo. 83,5 x 118,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 90,5 x 120 cm. Firmado: “J. Valenzuela Palomar”

Óleo sobre cobre. 40,5 x 32 cm. Faltas.

Óleo sobre cobre. 25,5 x 32,5 cm.

Óleo sobre cobre. 22 x 17 cm.

Óleo sobre cobre. 21 x 16 cm.

Óleo sobre cobre. 22 x 17 cm.

Óleo sobre cobre. 58,5 x 78 cm.

Óleo sobre lienzo. 99 x 73,5 cm. Inscrito: “Bonifacius. ord. praed. cranicola ovi seudodont. 1611 an.j.c & posteadimissit”.

Óleo sobre lienzo. 99 x 73,2 cm. Inscrito: “Guillelmvs marles feldivs. ord. prae. anglvs crean. 1303. ob. eodem. ann”.

Óleo sobre lienzo. 176 x 135,5 cm.
Inscrito en el ángulo inferior izquierdo: “Ilero”. Inscrito en el reverso: “D. Ju. Antº de orcasitas y avellaneda”*. Don Juan de Orcasitas y Avellaneda fue caballero de la Orden de Alcántara alguacil Mayor del Real Consejo de las Ordenes.

Óleo sobre lienzo. 110,5 x 157 cm.
Firmado: “Agustinus Gaçull P” Inscrito en el bastidor: “nº 15” y en el marco “5”.
 Con etiqueta en el reverso inscrita a tinta “nº 65”.
La obra que presentamos es una interesante aportación a la producción del pintor. No son muchas las obras y datos del pintor conocidos. Se conoce que nació en Valencia, llevó acabo su formación en Roma, en el taller de Carlo Maratta cuya huella se puede apreciar en esta composición claramente italianizante. Se conoce una obra firmada “Una Virgen entregando el Rosario a Santo Domingo de Guzmán” en el Palacio Arzobispal de Pamplona, un “San Adón y Senén” en la ermita de Santa Lucía y un “Martirio de Santa Inés” en el presbiterio de la parroquia de San Andrés de Valencia. También dentro de su producción en papel se han localizado tres dibujos “Una adoración de los Magos”, conservada en el Museo del Prado, un dibujo preparatorio de una pintura con la iconografía de la Virgen comulgando de manos de Cristo conservado en una colección particular y unos diseños decorativos, configurados a base de águilas y mascarones, custodiados en el Museo del Prado; firmados de distinta manera, respectivamente “Agustín Gasull Pictor Inv. et Pinxit”, “Augustinus Gaçull” y “Agustín Gasull fct. Vª” (Ver: Eduardo Morales Solchaga: “Una nueva pintura de Agustín Gasull: La Virgen entregando el Rosario a Santo Domingo de Guzmán”, 2009, nº 90, pág. 69- 76).

Óleo sobre lienzo. 76 x 64 cm.

Óleo sobre lienzo. 93 x 69 cm. Con marco en madera tallada y dorada. Esta obra está basada en el retrato pintado por Juan Pantoja de la Cruz hacia 1605 conservado en el Museo del Prado.

Óleo sobre tabla. 89 x 153 cm.

Óleo sobre lienzo. 68 x 126 cm.

Óleo sobre lienzo. 139 x 103,5 cm.
Inscrito en el reverso: “La Perfecta santa Catalina San Sebastián”.

Óleo sobre lienzo. 47,5 x 36 cm.

Óleo sobre lienzo. 126,5 x 127 cm.
Con marco Imperio en madera tallada lacada en negro y parcialmente dorada.

Óleo sobre lienzo. 137 x 103 cm. PROCEDENCIA Antigua colección granadina. Pintor granadino nacido en 1638, discípulo de Alonso Cano cuya influencia queda patente en sus composiciones. La Virgen con Niño fue uno de sus temas favoritos en su pintura, y la obra que presentamos es un claro ejemplo de ello. En palabras de Emilio Orozco Díaz sus obras suscitaban un “sentimiento de hallarnos ante una de las obras de belleza delicada, de belleza frágil, y por eso seduce y atrae, desde el primer momento; porque no exige esfuerzo del contemplador”. Con un dibujo descuidado, ya definido por Palomino como “naturalista de consiguiente, muy tibio en el dibujo”, y una composición sencilla de marcadas diagonales tan característico en el estilo del pintor, Bocanegra sitúa sobre un paisaje la Virgen sedente con el Niño y San Juanito. Unos ángeles descienden resueltos con un fuerte escorzo y portan una corona de flores y una palma; otros juegan con el Cordero desviando la mirada del espectador. Es indiscutible la huella de Cano en los rostros de los amorcillos de mejillas exageradamente abultadas así como se define el prototipo del rostro de la Virgen creado por Bocanegra: ovalado perfecto, cuello esbelto, grandes ojos, párpados abultados y gesto soñador. A pesar de la evidente suciedad del lienzo con una sencilla restauración se devolverá a la obra todo su esplendor, esos tonos ahora desbaidos recuperarán su sentido colorista y vibrante. A comparar con el “Matrimonio Místico de Santa Catalina” del Convento de Santa Catalina de Zafra, la” Adoración de los pastores” y “la Virgen del Rosario” de la Cartuja de Granada, “La Virgen con Jesús adorada por unos niños” de la Colección de los Duques de Andría, y “la Virgen y el Niño con Santa Isabel y el Niño” conservada en el Museo del Prado.

Óleo sobre lienzo. 88,5 x 130 cm.

Óleo sobre lienzo. 81 x 63,5 cm.

Óleos sobre lienzo. 100 x 77 cm. Sin marco.

Óleo sobre lienzo. 173,5 x 127,5cm. Con importante marco en madera tallada, policromada y parcialmente dorada del siglo XVII. Obra que representa un pasaje de la vida del Santo tomado de los Soliloquios: “en medio de los dos, no se donde volverme; dudo entre la sangre de Cristo y la leche de su madre”. La figura del santo arrodillado, viste hábito negro y capa pluvial situado entre Cristo y la Virgen. Le rodea un séquito de ángeles, uno portador de los atributos del Santo; báculo, corazón con flecha y llama. Arriba un rompimiento de gloria con Dios Padre, el Espíritu Santo y ángeles. Se conocen varias versiones de esta temática con ligeras variantes, tomadas directamente de una composición de Van Dyck; una pintada por Murillo h. 1664 conservada en el Museo del Prado.

Óleo sobre lienzo. 82 x 61 cm.

Conjunto de cinco grabados iluminados a mano. 22 x 14,5 cm, cada uno.
“Abbildungen der vorzüglichsten geistlichenorden en ihren gewöhnlichsten ordenskleidungen”, 1791.

Óleo sobre lienzo. 75 x 101 cm. PROCEDENCIA: Colección privada. La cesta de dulces, la cajas de jalea, las confituras y los recipientes de cristal fueron motivos habituales y recurrentes en el repertorio pictórico de Juan Van der Hamen. Sobre dos plintos de piedra sin adorno y fondo oscuro se disponen, de manera dinámica y organizada, los distintos elementos que quedan enfatizados por un juego equilibrado de luces y sombras. A comparar con “Bodegón con cesta y cajas de dulces” conservado en una colección particular de París, “Bodegón con dulces y cerámica” en National Gallery of Art. Samuel H. Kress Collection y “Bodegón de Dulces y Recipientes” en el Museo del Prado, pintados por Juan Van der Hamen ( Ver: Peter Cherry: "Arte y naturaleza. El Bodegón español en el siglo de oro". Madrid 1999, p. 157 fig. 107; p. 160, fig. 105; p. 166, fig. 111). Se puede relacionar también con “Bodegón de dulces” círculo de Tomas Hiepes (Escuela valenciana, siglo XVII), subastado en esta sala en Febrero del 2011, lote 369.

Óleo sobre lienzo. 190 x 130,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 201 x 105 cm. Inscrito abajo a la izquierda “Felipe IV” e inscrito en el papel de su mano derecha “Señor”.

Óleo sobre lienzo. 69,5 x 89,5 cm Firmado: “Pº de Camprobin Passano”. PROCEDENCIA: Antigua colección de Emilio Terrero, Madrid. A comparar con Flores en una cesta y jarrón de cristal, óleo sobre lienzo, 64 x 88,5 cm conservado en una colección particular (Ver: Peter Cherry: "Arte y naturaleza. El Bodegón español en el siglo de oro". Madrid 1999, lámina XCII.

Óleo sobre lienzo. 190 x 134 cm.

Óleo sobre lienzo. 193 x 128 cm.
Inscrito en el papel “Señor”.

Óleo sobre lienzo. 123,5 x 190 cm. Con etiquetas en el reverso. Este óleo muestra una vista de Roma, situando en el centro de la composición el Puente Sant´Angelo, para cuya barandilla Bernini diseñó diez ángeles en distintas posiciones. Este puente, que cruza el río Tíber, conduce al Mausoleo de Adriano, edificio del siglo I que fue remodelado a partir del siglo V en un bastión defensivo, transformándose en el Castel Sant´Angelo. La vista nos permite contemplar al fondo la Basílica de San Pedro del Vaticano y otros edificios de la ciudad italiana. El pintor ha completado la escena con una serie de personajes y animales dispersos por el lienzo. Esta composición fue frecuente en la producción pictórica y de grabados al tratarse de una de las imágenes más emblemáticas de la ciudad de Roma. Ya en el siglo XVIII, Giovanni Battista Piranesi (1720-1778), autor de numerosos y célebres grabados con vistas de la Ciudad Eterna, realizará un grabado con una composición muy similar a la de esta pieza.

Dos óleos sobre tabla. 35 x 49,5 cm; cada uno. Uno firmado en el ángulo inferior derecho: “Andres Cortes f. año 1858”.

Óleo sobre lienzo. 59 x 48 cm.
A comparar con el retrato de Ana María de Austria conservado en el Museo de Norton Simon.

Óleo sobre lienzo. 92 x 7,5 cm.

Óleo sobre lienzo. 111 x 158 cm.

Óleo sobre lienzo.108,5 x 88 cm.

Óleo sobre lienzo. 120 x 101,5 cm. Probablemente la obra que presentamos es un retrato infantil póstumo de encargo familiar en el que el pintor manifiesta la voluntad de atrapar y dejar constancia de su breve existencia e inmortalizar su recuerdo. Se representa a la niña, acompañada del Ángel de la Guarda, de pie con vestimenta de ceremonia ricamente decorada en oro y engalanada con joyas de azabache, propias de su condición. Intenta apoyar su mano sobre el perro situado sobre un cojín encima de una banqueta. Cierra la escena, sobre la figura de la niña, un cortinaje rojo, a modo de dosel. La muerte, como compañera inseparable de la vida que trunco con frecuencia esas esperanzas infantiles, fue un recurso empleado por pintores como Pantoja de la Cruz o Bartolomé González; de Pantoja de la Cruz, el retrato de la Infanta María en su ataúd pintado en 1603 que se conserva en el Monasterio de las Descalzas Reales. Podemos relacionarlo con el retrato de la infanta Ana de Austria a la edad de tres años, 1604 de Juan Pantoja de la Cruz, conservado en el Kunsthistorisches Museum de Viena. No descartamos la posibilidad que pudiera ser una obra autógrafa de un pintor italiano de la época afincado en España, como pudiera ser Antonio Ricci.

Óleo sobre lienzo. 112 x 82,5 cm. Con marco lacado en negro y parcialmente dorado, h. 1700.

Óleo sobre lienzo. 70 x 54 cm.

Óleo sobre lienzo. 70 x 54 cm.

Óleo sobre lienzo. 106 x 87,5 cm.

Óleo sobre tabla. 38 x 29 cm. Esta tabla de hacia 1600 sigue el modelo iconográfico iniciado por Dierick Bouts (h. 1420-1475) a mediados del siglo XV. Este pintor holandés, vinculado a la ciudad de Lovaina, desarrolló una iconografía de Cristo como Varón de dolores. Su hijo Albert Bouts (h.1452/1460-1549) repetirá el modelo a lo largo de su producción pictórica. En este tipo de imágenes se representa a Cristo sobre un fondo dorado, con lágrimas cayendo sobre el rostro, ataviado con túnica roja, barba y corona de espinas. En ocasiones aparecen sus manos mostrando las llagas, si bien en esta tabla el pintor ha prescindido de ellas. Iconográficamente podemos comparar esta pieza con la tabla de idéntico tema de Dierick Bouts conservada en la National Gallery de Londres. En el reverso de la tabla se han representado algunos de los atributos de la Pasión o Arma Christi. Se trata de una iconografía con origen medieval y que se constituye de diferentes objetos o reliquias que aluden al sufrimiento de Cristo.

Óleo sobre lienzo. 109 x 169 cm. Firmado con anagrama. Procedencia: Importante colección privada de Granada. Este lienzo inédito de Alonso Cano, procedente de una importante colección granadina, bellamente firmado con su monograma, debe enmarcarse en la última etapa del pintor en su ciudad de Granada. Palomino nos dice, que hizo cuadros de devoción para diferentes comitentes particulares. El dramatismo de la escena de Cristo muerto, lo suaviza con la ternura del rostro de los ángeles, con un delicado paño de pureza y un bello paisaje, en el que Cano representó el convento de San Jerónimo con la torre que existió en el siglo XVII y que fue derribada a comienzos del siglo XVIII. Quizás el hecho de representar este convento, en vez de la catedral, para referirse a su ciudad, puede relacionarse con el comitente.